Patricia Agosto*
DOI: doi.org/10.53368/EP67VyExOp01
Resumen: Si bien las violencias son intrínsecas a la acumulación de capital, hay contextos en los cuales se transforman en ultraviolencias, como sucede en la Argentina desde la asunción de Javier Milei al Gobierno nacional. Se trata de violencias con múltiples expresiones que se conjugan, atentando contra la convivencia democrática, la diversidad de lecturas de la realidad y otros modos no hegemónicos de estar en el mundo. A su vez, son violencias extractivistas, que extraen todos los «recursos» posibles de la naturaleza, a la vez que extirpan la esencia e identidad de los pueblos. A las violencias explícitas se suman violencias subliminales que dañan el mundo espiritual, los modos de vida comunitarios y el tejido de la vida. En este mundo de la ultraderecha ultraviolenta, la forma predominante de vincular el «mundo nuestro» con el «mundo otro» es el violentamiento constante como forma de destruir los obstáculos a sus proyectos «anarcocapitalistas».
Palabras clave: ultraviolencia, ultraderecha, Milei.
Abstract: While violence is intrinsic to capital accumulation, there are contexts in which it transforms into ultraviolence, as has happened in Argentina since Javier Milei assumed national government. This involves violence with multiple expressions that undermine democratic coexistence, diverse interpretations of reality, and non-hegemonic ways of being in the world. Additionally, it is extractivist violence, extracting all possible ‘resources’ from nature while eradicating the essence and identity of communities. Explicit violence is compounded by subliminal violence that harms the spiritual world, communal ways of life, and the fabric of existence. In this world of ultra-violent far-right ideologies, the predominant way of connecting ‘our world’ to the ‘other world’ is through constant violence, aimed at dismantling obstacles to their «anarcho-capitalist» projects.
Keywords: ultraviolence, far-right, Milei
Introducción: violencias que se transforman en ultraviolencias
Las violencias son intrínsecas al sistema capitalista. Ya nos enseñaba Rosa Luxemburgo (1967) que la violencia es un método de acumulación del capital, no solo en su génesis, sino como proceso constante. Por eso, todo lo que constituya una traba a la acumulación será violentado. Sin embargo, hay momentos en los que esas violencias se transforman en ultraviolencias, es decir, en violencias con múltiples expresiones que se conjugan y atentan contra la convivencia democrática, la diversidad de opiniones y de lecturas de la realidad y los modos de estar en el mundo que existen «por fuera y a contramano» de las formas de existencia que se pretenden hegemónicas. Son violencias también extractivistas, que pretenden extraer «recursos» de la naturaleza ilimitadamente y extirpar la identidad de los pueblos. Esas violencias, explícitas y subliminales, cuando se transforman en «ultra», se expresan en discursos y prácticas intolerantes, denigrantes, destructivos, crueles, hacia un/a «otro/a» que no es «nosotros». Para los sectores ultraviolentos, esas y esos «otros» tienen que ser víctimas de violencia porque son un obstáculo a la acumulación y a sus proyectos. Siguiendo a Rita Segato (2018), esos sectores ejercen pedagogías de la crueldad, actos que enseñan y programan a los sujetos a transformar lo vivo y su vitalidad en cosas. La cosificación de quien es diferente «habilita» el maltrato, el insulto, la amenaza como prácticas cotidianas y, en palabras de Segato, la repetición de esa violencia normaliza un paisaje de crueldad.
Ultraviolencia «anarcocapitalista»
Estas reflexiones nos permiten acercarnos a la experiencia argentina desde la asunción de Javier Milei como presidente en diciembre del año pasado. Se trata de un paladín del capitalismo de libre mercado que se ha definido así: «Soy el general AnCap [anarcocapitalista]. Vengo de Liberland,[1] una tierra creada por el principio de apropiación originaria del hombre […]. Mi misión es cagar a patadas en el culo a keynesianos y colectivistas hijos de puta que nos quieren cagar la vida».[2] Esta frase es fiel reflejo de la ultraviolencia a la que nos referimos.
Definimos su Gobierno como de ultraderecha coincidiendo con el investigador Cristóbal Rovira que expresa que Milei cumple con dos de los criterios más importantes para definirlo así: está a la derecha de la derecha convencional, pues es mucho más radical en sus ideas, y mantiene una relación ambivalente con el sistema democrático, profesando con frecuencia ideas autoritarias (Lissardy, 2023).
Otras características ultraviolentas de esta ultraderecha son: el uso de la motosierra como símbolo de destrucción del Estado y de la «casta» —la clase política «ladrona y corrupta»—; la privatización y la mercantilización como pilares de la transformación económica y social; un rol central de las redes sociales y de los troles, que construyen imagen, discurso y una realidad virtual que dista significativamente de la real; la utilización de un lenguaje disruptivo, hiriente y provocador por parte del presidente hacia sus «contrincantes», que provoca múltiples enfrentamientos; una aseveración permanente de que vivimos en un contexto de «marxismo cultural», ya que todo lo que no es libertario es comunista; un sentido autoritario e individualista de la idea de libertad, que es un eje central de su «libertarismo», y una agenda muy conservadora en temas como la sexualidad, el género y la familia, que lo lleva a embestir contra el feminismo casi en forma permanente.
Imagen 1: Motosierra mileísta. Autora: Natacha Pisarenko, AP.
Junto con el ajuste económico, la reestructuración autoritaria del Estado implica una importante pérdida de conquistas sociales que ha logrado el pueblo argentino a través de luchas históricas. Las propuestas de reforma laboral, impositiva y del sistema de jubilaciones, la reducción del gasto público, la inviolabilidad de la propiedad privada[3] son parte de la manera ultraviolenta de retroceder en derechos que propone el Gobierno. Obviamente, nada de esto podría aplicarse sin represión, razón por la cual la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, presentó el 14 de diciembre de 2023 el «Protocolo para el mantenimiento del orden público ante el corte de vías de circulación». El conocido popularmente como «protocolo antipiquete» tiene como fin último restringir la protesta social, como quedó de manifiesto en la represión de las manifestaciones en las afueras del Congreso durante el debate parlamentario de la Ley Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos, conocida como Ley Ómnibus, que contiene un paquete de leyes que reforman múltiples aspectos de la vida del país.[4]
Imagen 2: Represión de manifestaciones contra la Ley Ómnibus. Autora: Susi Maresca.
Si bien esta ley no fue aprobada en el Congreso, el presidente nunca bajó los brazos en su afán de imponerla. Es la razón por la que en el discurso de apertura de las sesiones ordinarias del Congreso ofreció a las provincias un alivio fiscal a cambio de la sanción de esa ley. Una verdadera extorsión, teniendo en cuenta la dramática situación que están sobrellevando los Gobiernos provinciales como consecuencia de la motosierra aplicada a los gastos del Estado nacional.
Motosierra ambiental
En este contexto de propuestas de profundas reformas, la cuestión socioambiental no podía quedar afuera. Desde el año 2021, el hoy presidente sostiene un discurso negacionista sobre el cambio climático,[5] declarando que es otra mentira del socialismo. Recientemente, en el discurso que pronunció en la Conferencia de Acción Política Conservadora, realizada del 21 al 24 de febrero en Washington, expresó: «El posmarxismo, frente a su derrota en lo económico, trasladó su agenda de lucha a otros aspectos de la vida. Por ejemplo, el ecologismo, donde plantea la lucha del hombre contra la naturaleza. Culpan al ser humano del calentamiento global cuando esto ya ha pasado cuatro veces en la historia de la Tierra».[6]
Esta arremetida negacionista se enlaza con la degradación de los asuntos ambientales, que pasaron de ser atendidos por un ministerio a ser abordados por una subsecretaría, y con la profundización del extractivismo que proponen varias de las reformas. Si nuestros territorios vienen sufriendo violencias extractivistas ya que «la correlación entre ampliación de la frontera extractivista, la intensificación de la matriz primario-exportadora y la escalada de [distintas formas de] violencia es contundente e inobjetable» (Machado Aráoz, 2021: 4), las nuevas propuestas transformarán esas violencias en otras más extremas sobre la naturaleza y las comunidades.
Además de publicitar el potencial del país como proveedor de minerales críticos[7] para la transición energética del Norte Global —que contradice el discurso negacionista—, el Poder Ejecutivo se propone la modificación de leyes ambientales, vía Ley Ómnibus, que se traducirá en un claro retroceso en la protección de ecosistemas, de biodiversidad y de la naturaleza en su conjunto, además de vulnerar el principio de no regresión de la Ley de Ambiente que establece no modificar la normativa si implica retroceder en los niveles de protección alcanzados. Los argumentos que sostienen la negativa a que esas modificaciones se incluyan en la megaley se expresan claramente en una carta enviada a la Cámara de Diputados por cientos de organizaciones ambientalistas unos días antes del debate parlamentario.[8] Para ejemplificar, destacamos las reformas propuestas en dos leyes: en la de glaciares, se restringe la definición de glaciar y ambiente periglaciar limitando las áreas a proteger, y en la de manejo del fuego, ya no se incluye la prohibición de cambiar el uso del suelo después de un incendio, favoreciendo incendios intencionales que «habilitan» actividades extractivistas y especulación inmobiliaria.
Imagen 3: Glaciares en peligro por proyecto minero. Autora: Asamblea Jáchal No Se Toca.
Conclusiones: ultrasolidaridad versus ultraviolencia
Hay contextos en los que las violencias se acumulan y se convierten en permanentes, con diversidad de aristas y de «enemigos»: quienes piensan distinto, quienes desnudan las desigualdades, quienes luchan por defender o conquistar derechos, quienes han ocupado algún cargo público, quienes viven desafiando los modos hegemónicos de estar y entender el mundo. Cuando se conjugan todas estas formas de la violencia, se convierten en ultraviolencias.
La ultraderecha que está gobernando en la Argentina es eso, ultraviolenta. Y consideramos que las violencias que ejerce son extractivistas por dos razones: porque se proponen mercantilizarlo todo y extraer todos los «recursos» posibles de la naturaleza para que la «libertad [del capital] avance», y porque extraen la esencia y la identidad de los pueblos, que van siendo saqueadas a medida que se destruyen los territorios. A las violencias explícitas se suman violencias subliminales que generan daños espirituales, quebrantan los modos de vida comunitarios y quiebran el tejido de la vida. Se trata de un violentamiento ultra como forma de vincularse conscientemente con el mundo exterior, ese habitado por «otros y otras» que no son «nosotros». Los desafíos para «lxs otrxs» son muchos, pero el primero es construir ultrasolidaridad para enfrentar la ultraviolencia de la ultraderecha que gobierna la Argentina.
Imagen 4: Manifestaciones contra el Gobierno nacional. Fuente: Telam.
Referencias
Lissardy, G., 2023. «Milei tiene un componente libertario que lo hace un bicho raro en comparación a las ultraderechas de América Latina», entrevista a Cristóbal Rovira. BBC News Mundo (20 de noviembre). Disponible en: https://www.bbc.com/mundo/articles/c983y398v0do, consultado el 26 de febrero de 2024.
Luxemburgo, R., 1967. La acumulación de capital. México, Grijalbo.
Machado Aráoz, H., 2021. «Violencia extractivista y sociometabolismo del capital». Boletín Onteaiken, 32, pp. 73-87.
Redacción Clarín, 2024. «Las 10 definiciones de Javier Milei en la conferencia conservadora en Washington: “Hacer Argentina grande otra vez”, la defensa de la Ley Ómnibus y su mensaje a los leones del mundo». Diario Clarín (24 de febrero). Disponible en: https://www.clarin.com/politica/10-definiciones-javier-milei-conferencia-conservadora-washington-hacer-argentina-grande-vez-defensa-ley-omnibus-mensaje-leones-mundo_0_zNurZ9gcX4.html, consultado el 25 de febrero de 2024.
Segato, R., 2018. Contra-pedagogías de la crueldad. Buenos Aires, Prometeo.
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* Integrante de la asociación civil BePe, Catamarca, Argentina. E-mail: patoagosto@gmail.com.
[1] Para una historia de Liberland, véase: https://nuso.org/articulo/liberland-libertarios/.
[2] https://www.clarin.com/espectaculos/fama/javier-milei-vistio-superheroe-enfrentar-keynesianos-cuestionar-gobierno_0_iSDW9lLa0.html.
[3] Estos cinco puntos son parte de los diez del «Pacto de Mayo» que el presidente presentó en el discurso de apertura de las sesiones del Congreso el 1 de marzo. Ese pacto, que incluye además la innegociabilidad del equilibrio fiscal, la rediscusión de la coparticipación federal de impuestos, la reforma política estructural, la apertura al comercio internacional y el avance en la explotación de los recursos naturales del país, retoma varios de los contenidos del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 70: «Bases para la reconstrucción de la economía argentina», presentado por el Poder Ejecutivo el 21/12/2023 y que entró en vigencia el 30/12. Para acceder al DNU completo: https://www.argentina.gob.ar/normativa/nacional/decreto-70-2023-395521/texto.
[4] Para acceder al texto completo del dictamen de mayoría de la Ley Ómnibus véase: https://www.lanacion.com.ar/politica/el-texto-completo-de-la-ley-omnibus-con-los-cambios-negociados-por-javier-milei-nid29012024/.
[5] No queremos dejar de mencionar que, entre las tantas discordancias de sus dichos con la realidad, están las palabras que el presidente Milei expresó en el Foro Económico Mundial de Davos en enero de este año: «Gracias al capitalismo de libre empresa hoy el mundo se encuentra en su mejor momento. El mundo es hoy más libre, más rico, más pacífico y más próspero» (https://www.youtube.com/watch?v=hnZDVGCZxWE).
[6] https://www.clarin.com/politica/10-definiciones-javier-milei-conferencia-conservadora-washington-hacer-argentina-grande-vez-defensa-ley-omnibus-mensaje-leones-mundo_0_zNurZ9gcX4.html.
[7] Se denominan minerales críticos aquellos considerados necesarios para la transición energética y las tecnologías modernas; algunos de ellos son el níquel, el litio y el cobalto.
[8] https://agenciatierraviva.com.ar/carta-abierta-de-organizaciones-ambientalistas-a-la-camara-de-diputados/.
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