Jorge Pellicer,* Pablo Domínguez,** Maja Kostic***

DOI: doi.org/10.53368/EP64NPVrdr03

 

Resumen: El macizo Sinjajevina-Durmitor en el norte de Montenegro es uno de los pastos de montaña más grandes de Europa, con una biodiversidad única, que ha coevolucionado con el pastoralismo local a lo largo de milenios. En 2019, solo dos años después de su incorporación a la OTAN, Montenegro inauguró un polígono de entrenamiento militar en el seno de Sinjajevina, junto a tropas de Estados Unidos, Italia, Austria, Eslovenia y Macedonia del Norte, sin estudio público de impacto ambiental, socioeconómico ni sanitario, en contra del deseo de las poblaciones afectadas y de una mayoría de la opinión pública del país y de las más de veinte mil firmas que en 2020 lograron paralizar el proyecto de militarización hasta el día de hoy. De hecho, el país balcánico se encuentra también en proceso de adhesión a la Unión Europea y ensalza su filiación al nuevo Pacto Verde Europeo que contraviene en gran medida lo que está realizando en Sinjajevina. De esta manera, la Unión Europea y el presente proceso de adhesión parecen por el momento las mejores garantías del actual freno al proyecto militar, mientras el caso de Sinjajevina deviene un perfecto ejemplo de la fuerza que pueden tomar las comunidades locales afectadas al conectarse a nivel nacional e internacional.

Palabras clave: Unión Europea, Montenegro, OTAN, Pacto Verde Europeo, comunidades locales.

Abstract: The Sinjajevina-Durmitor massif in northern Montenegro is one of the largest mountain pastures in Europe, with a unique biodiversity that has co-evolved with local pastoralism over millennia. In 2019, only two years after its accession to NATO, Montenegro inaugurated a military training range in Sinjajevina with USA, Italy, Austria, Slovenia, and North Macedonia troops, without any public environmental, socio-economic, or health impact study, against the affected populations and a majority of the country’s public opinion, as well as against more than 20,000 signatures, and that reached in 2020 to leave the militarization project in standby until today. In fact, the Balkan country is also in the process of joining the European Union and is extolling its filiation with the new European Green Deal, which at the same time contravenes what it is doing in Sinjajevina. Thus, the EU and the current accession process seem for the moment to be the best guarantor of the present brake on the military project, while the case of Sinjajevina becomes a perfect example of the strength that affected local communities can take by connecting nationally and internationally.

Keywords: EU, NATO, Montenegro, European Green Deal, local communities.

Introducción: contexto geográfico, ambiental y sociocultural

En el norte de Montenegro, cerca de la frontera con Serbia y Bosnia y Herzegovina, sobrevive una de las mayores y más desconocidas joyas naturales y culturales del pastoralismo de montaña europeo. Sinjajevina es uno de los pastos de montaña más extensos del continente. Junto a Durmitor, su continuum natural, tiene más de mil kilómetros cuadrados en torno a los dos mil metros de altitud. A su vez es parte de la Reserva de la Biosfera de la cuenca del río Tara,[1] así como sitio EMERALD por la convención de Berna[2] e Important Plant Area,[3] y Durmitor constituye uno de los parques nacionales más antiguos de la ex-Yugoslavia, que es a su vez Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.[4]

En Sinjajevina, con su excepcional biodiversidad (EPA, 2016), conviven cada verano alrededor de doscientas cincuenta familias de ganaderos trashumantes que son corresponsables de esta riqueza ambiental, tal y como ocurre en otras montañas del sur de Europa (Roberts et al., 2018). De hecho, los de Sinjajevina son unos pastizales coproducidos por un pastoralismo varias veces milenario y unas poblaciones locales que, a través de sistemas de gobernanza comunitaria (comunales) adaptables y dinámicos, imponen un tipo de acceso y uso de estos ecosistemas de acuerdo a una serie de reglas establecidas por esas mismas poblaciones, con el fin de garantizar su propia sostenibilidad. Al mismo tiempo, en sus alrededores inmediatos viven más de veinte mil personas todo el año, distribuidas en poblaciones cuyo arraigo cultural e histórico al territorio es irrefutable (Lipovac, 1987).

 

Orígenes del conflicto

Montenegro se independizó de Serbia en 2006 y, tras la apertura de sus negociaciones de adhesión a la UE en 2008, se unió a la OTAN en 2017 (sin referéndum). Muy poco después de su incorporación a la alianza, comenzaron los primeros rumores sobre la creación de un campo militar en Sinjajevina, y al fin en 2019, sin consulta relevante a las comunidades afectadas ni estudio de impacto ambiental, socioeconómico o sanitario, Montenegro inauguró por decreto un polígono de entrenamiento militar junto a tropas de Estados Unidos, Italia, Austria, Eslovenia y Macedonia del Norte,[5] dentro de la lógica de expansión de la OTAN hacia los países del Este tras la desintegración de la Unión Soviética. Todo ello con más de seis mil firmas en contra en 2019, que este año ya han superado las veinte mil. En dicho contexto, el ejército de Montenegro tuvo que frustrar nuevas prácticas militares en octubre de 2020, debido a una fuerte oposición de las comunidades locales y en general en todo el país, que creció a la vez que la campaña internacional en su apoyo (Domínguez, 2020) y que sigue al alza.

Imagen 1: Entrenamiento militar en Sinjajevina. Fuente: Ministerio de Defensa de Montenegro

 

El papel crucial de la Unión Europea y su Pacto Verde

Por un lado, está el interés en establecer un campo militar internacional sostenido por la OTAN, que se ha reavivado a raíz del conflicto en Ucrania. Tanto es así que el ministro de Defensa saliente del Gobierno de Montenegro, afín al antiguo partido en el poder, respaldado por Estados Unidos, declaró, tras la cumbre de la OTAN de Madrid el pasado mes de junio, que pretendía «retomar los entrenamientos militares en Sinjajevina». Poco después, se anunció el entrenamiento de más de 500 soldados de la OTAN en Montenegro el próximo mayo de 2023. Sin embargo, otros miembros del Gobierno saliente de Montenegro se oponen, como el primer ministro o la ministra de Ecología. Esta contradicción interna, avivada por el apoyo sobre todo del Partido Verde Europeo, con su copresidente Thomas Waitz a la cabeza[6], pero también de la Delegación de la UE en Montenegro,[7] ha culminado con la reciente declaración del Parlamento Europeo, que ha mostrado su preocupación por que este asunto «todavía no esté resuelto».[8]

Imagen 2: Manifestación contra el campo militar en Podgorica. Fuente: Save Sinjajevina civic initiative.

Parece, por el momento al menos, que la Unión Europea no está tan fácilmente dispuesta a que sus miembros potenciales vulneren los tres principios básicos de su Pacto Verde (European Green Deal).[9] Es más, según la Agencia Europea del Medio Ambiente (AEMA), la colaboración con los países de los Balcanes Occidentales (como Montenegro) es fundamental, pues el «clima no entiende de fronteras» y, en este sentido, «el Pacto Verde Europeo se está encajando con la nueva Agenda Verde de los Balcanes Occidentales —acordada en 2021— con puntos de desarrollo vinculados a la descarbonización, la economía circular, la (des)contaminación, los sistemas alimentarios sostenibles y la biodiversidad» (Bas, 2021), con los que parece confrontarse de lleno el desarrollo del campo militar en Sinjajevina.

En este contexto, se pueden encontrar numerosas divergencias entre el nuevo Pacto Verde Europeo y la presente crisis en Sinjajevina, en especial en relación con su Ley Europea del Clima, la Estrategia de Biodiversidad de la UE y la Estrategia Farm to Fork (De la Granja a la Mesa). Las bases de la Ley Europea del Clima, que es jurídicamente vinculante para los países de la UE y sirve de referencia para los países que negocian su adhesión, se transponen en la ley nacional montenegrina de protección contra los impactos negativos del cambio climático que, entre otras cosas, debe traducirse en el apoyo a los sistemas agrícolas extensivos. De hecho, el pastoreo extensivo es reconocido por su capacidad para favorecer altas tasas de biodiversidad y para almacenar carbono, sobre todo los suelos pastoriles maduros como los de Sinjajevina (con varios milenios de antigüedad), que sin el pastoralismo podrían erosionarse con rapidez y, por lo tanto, liberar a la atmósfera una importante parte de su alto contenido en carbono acumulado a través de los siglos.

Además, la estrategia de biodiversidad de la UE para 2030 incluye la ampliación de las zonas terrestres protegidas en Europa, dentro de la red Natura 2000 o en el marco de los sistemas nacionales de protección. Por ejemplo, la estrategia de biodiversidad montenegrina para 2030 y el actual Plan de Ordenación del Territorio de Montenegro prevén la proclamación del Parque Natural Regional de Sinjajevina. La mayor parte de los casi trescientos mil euros invertidos en el estudio para este plan fue subvencionada por la UE, y debía ponerse en marcha a más tardar a finales de 2020, pero está paralizado desde 2018 por la creación del campo militar. Al mismo tiempo, hay una zona Natura 2000 propuesta de forma oficial para Sinjajevina, que también es resultado de una inversión global de más de tres millones de euros por parte de la UE para todo Montenegro. Esta zona Natura 2000 también corre peligro si, tal como es bien conocido en la UE, no se ponen en marcha relativamente pronto medidas de apoyo al pastoralismo de montaña para frenar su desaparición, pues esta práctica ayuda a mantener espacios abiertos favorables para las aves, elemento central en la designación de Natura 2000. Resulta evidente que la creación de una zona de entrenamientos militares y pruebas de explosivos en una de las áreas más ricas de Sinjajevina por la presencia de agua y otros recursos naturales suma presión al pastoralismo local, y no lo contrario.

En la misma línea, la Estrategia De la Granja a la Mesa,[10] que apoya la producción sostenible de alimentos y dietas saludables, también es relevante para Sinjajevina en tanto que este territorio es garante de prácticamente todos sus requisitos. Pero hoy los comunales son aún invisibles para las políticas alimentarias y ambientales de la UE, pues no se los menciona en la nueva PAC (Política Agraria Común) ni en las estrategias De la Granja a la Mesa ni de biodiversidad de la UE del Pacto Verde Europeo, mientras se sabe que los comunales cubren más de un 7 por ciento de su territorio, lo que implica más de nueve millones de hectáreas de hábitats productivos y valiosísimos desde el punto de vista agroambiental, además de sociocultural y económico (Eurostat, 2013).

Imagen 3: Pastos de Sinjajevina. Fuente: Wake up Films

 

Conclusiones: retos de presente y de futuro

El caso que se muestra aquí es un ejemplo de los tipos de amenazas a las que muchos comunales se enfrentan todavía hoy en la cuenca del Mediterráneo, en Europa y en el mundo debido a la falta de reconocimiento público de sus valores socioambientales, a pesar de estar ampliamente demostrados por las más importantes instituciones internacionales al respecto.[11]

Así pues, la inauguración del campo militar de Sinjajevina es una perfecta muestra del tipo de presiones a las que se enfrentan los comunales y los ciudadanos europeos, pero también un excelente ejemplo de la fuerza que pueden tomar las comunidades locales afectadas al conectarse a nivel nacional e internacional, en el que puede apoyarse la sociedad europea sedienta de soluciones a la presente crisis ambiental mundial.

 

Referencias

Bas, L., 2021. «Western Balkan Countries Play a Valuable Role in Partnering with EEA to Tackle Environmental and Climate Challenges». EEA. Disponible en: https://www.eea.europa.eu/articles/western-balkan-countries-play-a, consultado el 21 de noviembre de 2022.

Domínguez, P., 2020. «Herders and Activists Protect Unique Montenegrin Pastures from Military Occupation». Freedom News. Disponible en: https://freedomnews.org.uk/2020/12/12/save-sinjajevina-herders-and-activists-protect-unique-montenegrin-pastures-from-military-occupation/, consultado el 21 de noviembre de 2022.

EPA – Agencija za Zaštitu Zivotne Sredine Crne Gore, 2016. Studija zaštite i uspostavljanje zaštićenog prirodnog dobra na području Sinjajevine. Disponible en: https://s3.eu-central-1.amazonaws.com/danilovgrad-media/files/1620284933-nacrt-studije-zastite-i-uspostavljanja-zasticenog-prirodnog-dobra-park-prirode-prekornica.pdf, consultado el 21 de noviembre de 2022.

Eurostat – The Statistical Office of the European Union, 2013. «Farm Structure Survey – Common Land (in the EU)». Disponible en: https://ec.europa.eu/eurostat/statistics-explained/index.php?title=Farm_structure_survey_%E2%80%93_common_land, consultado el 21 de noviembre de 2022.

Lipovac, N. M., 1987. Planina Sinjajevina. Prilog poznavanju nasih visokih planina. Belgrado, Naucna Rnjiga.

Roberts N., Fyfe R.M., Woodbridge J., Gaillard M-J., Davis B.A.S., Kaplan J.O., Marquer L., Mazier F., Nielsen A.B., Sugita S., Trondman A.-K. & Leydet M., 2018, Europe’s lost forests: a pollen-based synthesis for the last 11,000 years. Scientific Reports, 8, 716.

* Periodista y antropólogo. Consultor estratégico y coordinador de la campaña Save Sinjajevina. E-mail:

** Laboratoire de Géographie de l’Environnement (GEODE), UMR 5602 CNRS – Université Toulouse 2 (France). Asociado al Departament d’Antropologia social i cultural (AHCISP) de la Universitat Autònoma de Barcelona (Spain) y al Laboratoire Population-Environnement-Développement (USAGES), UMR 151 IRD – Aix-Marseille Université (France). E-mail: eco.anthropologies4@gmail.com

*** Faculty of Law, University of Montenegro. E-mail: majak@t-com.me

[1] https://en.unesco.org/biosphere/eu-na/tara-basin.

[2] https://rm.coe.int/1680746b46.

[3] https://epa.org.me/wp-content/uploads/2020/12/Sinjajevina-jednostavne-ponude.pdf.

[4] https://whc.unesco.org/en/list/100/.

[5] https://sinjajevina.org/locals-vs-nato-military-camp/.

[6] https://twitter.com/thomaswaitz/status/1317141307635191809

[7] https://www.eeas.europa.eu/delegations/montenegro/sinjajevina-day-podgorica_en?s=225.

[8] https://www.europarl.europa.eu/doceo/document/TA-9-2022-0266_EN.html.

[9] https://ec.europa.eu/info/strategy/priorities-2019-2024/european-green-deal_es.

[10] https://food.ec.europa.eu/horizontal-topics/farm-fork-strategy_en.

[11] Convention of Biological Diversity (CBD: https://www.cbd.int/doc/publications/cbd-ts-64-en.pdf), International Union for Conservation of Nature (IUCN: https://www.iucn.org/news/protected-areas/201905/iccas-biological-and-cultural-diversity), United Nations Development Program (UNDP: https://sgp.undp.org/about-us-157/partnerships/icca-gsi.html) y United Nations Environmental Program (UNEP: http://www.iccaregistry.org/).

 

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