Laura Blanco Grau*

 

En los últimos años Europa está viendo como el decrecimiento cobra importancia como consigna de grupos de transformación social y empieza a hacerse eco en las corrientes intelectuales y en los medios de comunicación. Esto ocurre especialmente en cuatro regiones europeas: Francia-Bélgica (donde el decrecimiento nació y donde más se ha desarrollado), Italia, Catalunya y Reino Unido-Irlanda. En todas ellas, el movimiento se organiza de forma similar: grupos locales diversos y autónomos se movilizan localmente e interactúan a través de redes transversales.

En Francia, el decrecimiento nace de la confluencia entre la crítica histórica, social y económica del desarrollo, impulsada por la asociación La ligne d’horizon, les amis de François Partant, y el MAUSS(1) (Movimiento Antiutilitarista de Ciencias Sociales) y la crítica a la insostenibilidad del sistema económico, representada principalmente por Jaques Grinevald y Mauro Bonaiuti y basada en la teoría bioeconómica de Georgescu Roegen. Todo ello cristaliza en la conferencia internacional organizada el año 2002 en París: «Deshacer el desarrollo, rehacer el mundo». En la actualidad, la décroissance tiene presencia en publicaciones como Silence, Entropie, l’âge de faire, Casseurs de pub y La décroissance, y figuras como Serge Latouche, Pierre Rabhi y François Schneider impulsan su desarrollo teórico. Como medios de difusión también cabe destacar el Institut d’Études Économiques pour la Décroissance Soutenable (2) y la incipiente Recherche et Décroissance.

En el ámbito local y práctico, el decrecimiento francés y belga se nutre de la vertiente académica y se ve impulsado por movimientos de base diversos, entre los cuales se ha formado una amplia plataforma de contestación social. Uno de los principales impulsores del decrecimiento ha sido el movimiento antipublicidad, que llega a movilizar numerosos militantes para repintar la publicidad del metro y de las calles y que reivindica medidas legales contra la agresión publicitaria.(3) También son destacables las movilizaciones que denuncian la fe en la tecno-ciencia y los observatorios de tecnologías peligrosas como los transgénicos, la energía nuclear, los agrocombustibles, las nanotecnologías y las tecnologías de seguridad.(4) Por último, cabe mencionar el fuerte cuestionamiento del trabajo asalariado dentro del sistema capitalista por parte de una minoría cada vez más importante de la sociedad francesa, la petición de una renta básica o el redescubrimiento de la autosuficiencia comunitaria, tendencias recogidas en los documentales de Pierre Carles.(5) Militantes y grupos locales de decrecimiento participan también en iniciativas locales como los SEL (Sistemas de Intercambio Local) y las AMAP (Asociación para la Salvaguarda de la Agricultura Campesina), y en la difusión local de las ideas del decrecimiento, mediante mesas informativas, debates, marchas, etc. Las marchas, en particular, se han convertido en una forma tradicional de movilización por el decrecimiento, que concilia el medio y el objetivo de la acción: a pie o en bicicleta, permiten el contacto sin intermediarios con las diferentes realidades locales y crean espacios de intercambio. La primera fue emprendida en julio de 2004 por François Schneider, a pie con su asno Jujube, y desde entonces se organizan marchas por diferentes regiones francesas, belgas, italianas y catalanas. Estas experiencias han popularizado el concepto de colporteur, que se refiere al vendedor ambulante que, andando de pueblo en pueblo, contribuía a difundir las noticias más destacadas. El colporteur de decrecimiento lanza el debate a través de conferencias, encuentros, acciones «conviviales», etc., de manera que la transmisión de ideas es directa y local. El colportage también se propone a través de internet, donde se ha desarrollado una amplia red de objetores del crecimiento. Lugares de encuentro significativos son el la wiki del ROCADE (Réseau des Objecteurs de Croissance pour l’Après-Developpement),(6) y decroissance.info, (7) que agrupan más de 20 grupos locales.

En el ámbito electoral francés, el decrecimiento también hace propuestas, si bien con cierta polémica y sin el apoyo de una parte importante del movimiento (entre otros, Serge Latouche, que prima la construcción de alternativas locales). El PPLD (Parti Pour la Décroissance) se presenta en las elecciones de 2008 sin llegar a reunir una base militante fuerte. Pierre Rahbi no consiguió habilitarse como candidato presidencial en 2002; y José Bové sólo reunió un 1,3 % de los votos en las elecciones presidenciales de 2007. Por su parte, el partido Verde, con sus 14 parlamentarios y sus 41 alcaldes, incorpora tímidamente conceptos de «decrecimiento selectivo».(8)

En Italia, las aportaciones teóricas francesas al decrecimiento se complementan y refuerzan con la labor investigadora y de difusión en materia de economía ecológica llevada a cabo, entre otros, por Mauro Bonaiuti, fundador de la Rete per la decrescita. (9) A través de la red se promueve la elaboración de propuestas colectivas, desde un punto de vista más académico que militante, se organizan escuelas de verano, cursos, conferencias, se publica la revista La decrescita y se apoyan las iniciativas articuladas por la Rete di economia solidale y otras prácticas locales alternativas. Los diferentes nodos locales pueden interactuar mediante el wiki alojado en la web. Por otra parte, cabe mencionar el movimiento de más reciente creación Decrescita Felice,(10) encabezado por Maurizio Pallante, enfocado a reorientar las actividades de producción y consumo hacia la sostenibilidad ecológica y el bienestar con propuestas como la autoproducción, el consumo responsable, la eficiencia energética, etc. Entre sus propuestas incluye un programa electoral para el decrecimiento.

También pueden inscribirse en el objetivo decrecentista redes sociales con progresiva presencia en el país, como la Rete del Nuovo Municipio y Bilanci di Giustizia. La Rete del Nuovo Municipio, formada por administraciones locales, asociaciones e investigadores, promueve la gestión local del territorio: se trata de convertir la administración local en laboratorio de autogobierno, a través de la creación de redes públicas y relaciones de democracia directa, revalorizar los recursos locales y constituir un «verdadero antídoto contra la globalización económica». Bilanci di Giustizia enfoca su estrategia en los grupos familiares como agentes microeconómicos. Las familias adheridas pretenden adaptar su economía diaria a un consumo y un modo de vida más responsable, en función de los propios recursos, con el fin de alcanzar una huella ecológica equitativa.

Finalmente, en estos momentos, Italia alberga un importante nodo de movilización constituido por los movimientos de oposición a las grandes obras de infraestructuras, como las regasificadoras, el puente monstruoso sobre el estrecho de Messina,(11) nuevas autopistas y, sobre todo, las líneas ferroviarias de alta velocidad (TAV). En algunas ocasiones, estas movilizaciones engloban a varios países, como es el caso de la oposición al TAV Turin-Lyon en el Valle de Susa.(12) Esta obra está prevista como la primera etapa del llamado «Corredor 5» Lisboa-Kiev, en cuyo trayecto se encuentra también España, donde también empieza a florecer el activismo decrecentista.

En efecto, en España, y especialmente en Catalunya, medios de comunicación y movimientos sociales empiezan a hablar de decrecimiento. Se declaran objetores de crecimiento grupos de defensa del territorio, cooperativas de consumo y se organizan grupos activistas para la promoción del decrecimiento como la Entesa pel decreixement. (13)

Por último, cabe citar una de las experiencias más acordes con el decrecimiento en el mundo anglosajón: la Transition culture. Las transition towns14 o ciudades en transición forman una red de comunidades que adoptan cambios a escala local para afrontar el pico del petróleo y el cambio climático, disminuyendo el consumo material y mejorando la calidad de vida. Ciudades y poblaciones del Reino Unido, Irlanda, Australia y Nueva Zelanda crean grupos de trabajo para transformar los diferentes aspectos de la vida diaria y emprenden proyectos que van desde la investigación en estrategias energéticas sostenibles hasta el intercambio de semillas o la creación de monedas locales.

Con todo, el decrecimiento en Europa se constituye como un proyecto común de diversidad de movimientos sociales que cuestionan de forma radical el modelo de desarrollo occidental. Redes de objetores de crecimiento promueven desde iniciativas locales como las transition towns anglosajonas hasta movilizaciones internacionales como la oposición a las grandes infraestructuras; y, poco a poco, contribuyen a crear un medio de convivencia para la definición y la práctica de otra sociedad.

* Entesa pel decreixement (lblanco_grau@yahoo.es).

1 Efectivamente, algunos miembros del MAUSS son destacados impulsores del decrecimiento: Serge Latouche, Fabrice Flipo, François Gollain, Jean-Claude Michéa, etc. Sin embargo, el movimiento antiutilitarista no ha adoptado ninguna posición oficial y muchos de sus miembros son partidarios del desarrollo sostenible. A este respecto, cabe mencionar el encuentro que tuvo lugar a finales de 2007 entre el MAUSS y la revista Entropia sobre el tema «Decrecimiento y antiutilitarismo» y cuyas actas se publicarán en el número 5 de Entropia.

2 www.decroissance.org.

3 En estos momentos, el colectivo « respire-asbl » de Bélgica exige una ley que prohíba la publicidad de vehículos contaminantes

4 La nanotecnologías y las tecnologías aplicadas a la seguridad como la biometría, los chips subcutáneos y las armas miniaturizadas constituyen un peligro todavía poco conocido por el público. Ver www .piecesetmaindoeuvre.com y en castellano www.etcgroup.org/es.

5 Sobre esta temática cabe destacar los documentales Attention danger travail y Volem rien foutre al païs.

6 http://wiki.rocade.info/doku.php.

7 Ver el Forum de la web www.decroissance.info y la wiki http: //colportage.decroissance.info/doku.php.

8 Ver la moción de 2004 en http://lesverts.fr/article.php3?id_article=1778.

9 www.decrescita.it.

10 www.decrescitafelice.it.

11 El puente comunicaría el continente con Sicilia: 3,7km de largo colgado entre 2 torres de 382m de alto.

12 Ver www.notav.eu.

13 Red de decrecimiento en Catalunya: www.decreixement.net.

14 http://transitiontowns.org/ (wiki para el intercambio de experiencias. Entre otras informaciones, puede consultarse un manual para embarcarse en el proceso de transición. Su traducción en catalán puede consultarse en la web www.tempsdere-voltes.cat).

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