Marta G. Rivera*

 

Es cierto que muchas personas, llamémosnos desconfiadas, nos planteamos en ocasiones el sistema socioeconómico en el que vivimos y que, lamentablemente, maneja la política y economía mundiales. No solemos creer en las teorías conspirativas, pero siempre andamos con la mosca detrás de la oreja cuando surgen grandes noticias, sean del tipo que sean, y así me ocurrió con la gripe aviar. Observaba a mi alrededor comportamientos algo paranoicos con respecto al tema: La gente haciendo cola para vacunarse de la gripe humana e intentando conseguir, por cualquier vía, alguna dosis del antiviral existente, mis amigos recomendándome que me vacunara, «por si acaso». Percibía esta conducta incluso en gente que siempre había estado en ese grupo de «desconfiados». Yo me preguntaba si todo esto era realmente algo tan serio, tan alarmante, si la amenaza era tan real. Y encontré la respuesta cuando cayó en mis manos un número de abril de la revista Feedstuffs, dedicada a la industria de la alimentación animal. Pude leer frases como estas: «La producción de pollo en extensivo es peligrosa para la humanidad» (…) «las evidencias son ahora claras, la producción al aire libre de aves es una amenaza. Es hora de terminar con el culto a la producción familiar y eliminar la amenaza de pandemia de la gripe aviar. Es hora de instalar todas las aves domésticas del mundo en el interior». Mi primer pensamiento fue: «¡aquí hay gato encerrado!». Así que comencé a indagar.

La gripe aviar, hoy por hoy, no está catalogada como zoonosis (enfermedad transmisible del animal al hombre), grupo en el que sí entran la tuberculosis o la fiebre de malta. Está provocada por el virus de la Influenza A, el único capaz de pasar la barrera interespecie (B y C son estrictamente humanos). Este virus está formado por lo que se conocen como «variedades», algunas altamente patógenas (las que nos preocupan) y otras de baja patogenicidad. Las de alta patogenicidad generalmente son aquellas que llevan por nombre H5 o H7, seguidas del apellido que sea (del N1 al N9). Es la manera de clasificar a estos grupos. Epidemias de gripe aviar altamente patógena se han venido dando desde hace muchos años en todo el mundo, con brotes cíclicos y más frecuentes en avicultura industrial, pero para circunscribirnos a la «amenaza» que nos llega ahora debemos situarnos en el año 1997. Igualmente, podríamos decir que se han dado casi todas las combinaciones de virus (HxNy), pero la que está causando alarma es la H5N1. Y ¿qué tiene de especial? Potencialmente tiene unas características que lo hacen un firme candidato para poder recombinarse y crear un nuevo virus capaz de transmitirse entre humanos, pero sinceramente, todavía a día de hoy, diría que más bien es un virus poco especial. La mortalidad actual es de menos de 40 muertes al año, mientras que sólo en EE UU, el virus gripal de humanos produce la muerte de entre 10.000-40.000 personas en una temporada media de gripe. De la tuberculosis, enfermedad curable, mueren al año dos millones de personas. Un dato: sólo seis enfermedades causan el 90% de las defunciones por enfermedades infecciosas en todo el mundo (la neumonía, la tuberculosis, las enfermedades diarréicas, el sarampión, el VIH/SIDA y el paludismo). Cinco de ellas son curables o existe una vacuna específica, y la que queda (paludismo) se puede prevenir con medicación y medidas preventivas de contacto con el vector adecuados. Por supuesto, el 99% de esas defunciones se producen en los países en vías de desarrollo (PVD). Además, sólo el 10% de los recursos dedicados a la investigación de enfermedades humanas se dedican al 90% de las enfermedades mientras que sólo el 10% de las enfermedades restantes reciben el 90% de los fondos de investigación. Es lo que se conoce como Gap10/90. Por supuesto, ese 10% son las enfermedades más frecuentes en los países industrializados, y la gripe aviar ya pertenece a tan selecto «club».

Asimismo, la gripe aviar nos muestra la violación sistemática de los Derechos Humanos por la OMC y las políticas que promueve. Por un lado, la inmoralidad de los derechos de propiedad intelectual del acuerdo ADPIC (1) que engloba a las patentes farmaceúticas y que, en casos como el SIDA, han favorecido la vulneración del derecho a la vida. En cierto modo, este acuerdo favorece la existencia de un mayor número de muertes de las que potencialmente la enfermedad en sí causaría si en lugar de la prioridad económica rigiera el sentido común y la solidaridad internacional. La patente del antiviral oseltamivir (Tamiflu) pertenece a Gilead que, a su vez ha dado la licencia única (derechos comerciales de las patentes protegidas) a Roche. Éstas son las grandes beneficiarias de esta situación: las ventas de Roche aumentaron un 370% el 2005 y las ganancias por derechos de Gilead un 166%. Casualmente, Donald Rumsfeld fue ex presidente de Gilead y en la actualidad es miembro accionista. Ya les digo, no creo en las teorías conspirativas, pero estas casualidades me dan que pensar. A principios de 2005, hubo una propuesta a la OMS para la producción de un genérico del Tamiflu para el Tercer Mundo. Francia y EE UU se opusieron, así que algunos países se saltaron las reglas. Para evitar un movimiento más amplio que pusiera en cuestión el sistema farmaceútico, Roche decidió sublicenciar a quien pudiera fabricar la patente. ¿Será este el principio de un cambio? Permítanme cierta reticencia al respecto, para poder ser eficaces se debería modificar la patente del medicamento, sin embargo, se cuestionaría que iría en contra de los derechos comerciales de las patentes protegidas por la OMC para la que, una vez más, los derechos del comercio mundial están por encima de los derechos humanos.

Por otro, el derecho a la alimentación, del que los habitantes de muchos países se ven privados por las reglas y compromisos a los que la OMC y el FMI obligan a sus gobiernos para poder cumplir con la liberalización del comercio internacional. Con más de 800 millones de personas hambrientas en el mundo, la producción de pollo tiene un papel muy destacado en la seguridad alimentaria de los PVD. La muerte de aves, junto con el sacrificio preventivo de las mismas necesario para evitar su propagación, nos muestra una imagen desoladora: pobreza y malnutrición junto con la obligación de deshacerse de una proteína animal de calidad. Esta medida, que en los países desarrollados se realiza de forma generalizada ante cualquier enfermedad animal con alto potencial de transmisión, viene acompañada por la aprobación de ayudas a los productores para evitar la disminución de las rentas pero, ¿quién ayudara a las economías campesinas africanas? El 80% del censo mundial de pollo pertenece a explotaciones familiares y, en general, la producción avícola supone el 20% de todas las proteínas consumidas en estos países. Si las encerramos, ¿qué van a comer? No hay problema, Occidente tiene soluciones: por un lado, la colocación en sus mercados de nuestros pollos por precio por debajo de coste (con la disminución del consumo de pollo la UE aprueba ayudas para colocar sus aves producidas de manera industrial en el mercado internacional, lo cual tiene un efecto devastador en la ya de por sí frágil producción local campesina). Por otro, la implantación en su territorio de las naves industriales de aves con tecnología (genética, medicamentos e instalaciones) europea o norteamericana. No en vano, la producción animal industrial que más ha crecido en los PVD es la industria de pollo (y la que más está contribuyendo a lo que la FAO conoce como «Revolución Ganadera» (2)), con perspectivas de seguir creciendo ¡Imaginen qué potencial de mercado!. De hecho, la tendencia actual de eliminación total de los productores familiares, junto con la irracionalidad del comercio internacional y la eliminación de las barreras a la importación, supondría a medio plazo el aumento de la dependencia alimentaria y de la «agroimportación», además de la vulneración de su soberanía alimentaria.(3) Ya se ha producido el cierre del 70% de las granjas avícolas en Senegal y una pérdida de 15000 empleos rurales en Costa de Marfil. En Egipto, el brote de gripe aviar y el sacrificio masivo les ha llevado a una situación de déficit que les obliga a importar pollo congelado de la UE y EE UU. Pero no sólo tiene consecuencias en los PVD. Las medidas legislativas encaminadas a prohibir la cría de aves al aire libre generan desempleo y el despoblamiento rural en los países industrializados, y a nosotros, los consumidores, nos impedirá acceder a carne y huevos de calidad, quitándonos además la poca capacidad de elegir que ya nos queda.

En cualquier caso, si las posibilidades de pandemia del virus y su letalidad fueran de verdad tan elevadas, toda acción estaría justificada. Igualmente, si fuera cierto que las aves silvestres y las domésticas criadas al aire libre fueran los responsables del mantenimiento y transmisión del virus, nos podríamos plantear las medidas de prohibición de la cría de aves al aire libre. Sin embargo, artículos científicos aparecidos en la revista Veterinarian Microbiology y The Journal of Virology, así como noticias aparecidas en la revista Nature apuntan a que la probabilidad de que el virus de la gripe aviar mute de baja a alta patogenicidad es muy baja en las aves silvestres. De hecho, esta mutación es más probable que se dé en condiciones de elevada concentración animal que en la crianza doméstica de baja densidad y diversidad genética. Según SEO birdlife, cuando se representa en un mapa el patrón de los focos sigue las rutas de las principales carreteras y vías férreas y no las rutas de vuelo de las aves migratorias. Y entonces, ¿por qué tantas medidas contra la producción familiar si la posibilidad de mutación del gen es mayor en las granjas industriales? ¿por qué nadie nos informa de esto? Es más, la pérdida de biodiversidad que supondría la desaparición de las aves de los sistemas de cría extensivos nos dejaría en un mayor estado de vulnerabilidad, pues implicaría la pérdida de genes valiosos para la lucha contra la propia enfermedad.

De verdad les digo vivimos en una engaño e irracionalidad permanentes hasta en los temas que, hasta a los desconfiados, nos puedan parecer imposibles de manipular y que no favorecerían a nadie. Pero no, siempre hay ganadores y perdedores, hasta en la gripe aviar.

* Veterinarios Sin Fronteras.

1 Acuerdo para los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio.

2 Término con el que se conoce el importante aumento, de la producción y consumo de carne en los PVD. Si el incremento sigue las tendencias actuales, la producción de carne mundial será totalmente insostenible.

3 Derecho de los pueblos a decidir sus políticas alimentarias.

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