Clive L. Spash

Crítica del libro: Monica Di Donato*

Año: 2020

Editorial: Fuhem Ecosocial y Los Libros de la Catarata, Madrid

ISBN: 978-84-1352-124-4

Idioma: castellano (original en inglés)

Páginas: 256

Palabras clave: economía ecológica y social, crisis ecosocial, economías heterodoxas

Keywords: socioecological economy, ecosocial crisis, heterodox economics

DOI: doi.org/10.53368/EP61FCclyr02

 

El libro Fundamentos para una economía ecológica y social de Clive L. Spash es una obra original en inglés, traducida al castellano, que ha servido para inaugurar la nueva colección de textos de Fuhem Ecosocial, en colaboración con la editorial La Catarata, que lleva el título de «Economía Inclusiva». El objetivo de la colección es recoger bajo un paraguas integrador aquellos textos que, inspirados por las distintas corrientes críticas, quieren establecer pasarelas de diálogo en la frontera del pensamiento económico heterodoxo. La profundización de la crisis ecosocial y la fuerza con la que ha golpeado la crisis del COVID-19 como su nueva y dramática manifestación, un gran ensayo general de las amenazas globales que de ella se derivan, hacen cada vez más evidente la necesidad de un paradigma económico inclusivo capaz de combinar, entre otras, las perspectivas de las economías política, ecológica y feminista, para obtener una mirada compleja compatible con el análisis y tratamiento de los grandes retos y perspectivas de transiciones imprescindibles y urgentes en nuestros tiempos. En ese sentido, Clive L. Spash, uno de los economistas ecológicos que más irreverentemente han contribuido en las últimas décadas a construir y fundamentar una visión radical de la economía ecológica y social, parece recoger ese espíritu a través de su nueva obra articulando unas no siempre cómodas, pero sí provocativas, rigurosas y solventes, reflexiones.

En el libro, el autor conecta precisamente las tres crisis que afronta la humanidad: la crisis social, la ecológica y la económica, y argumenta que necesitamos un nuevo enfoque para la economía y el conocimiento de los sistemas económicos. Hace hincapié, por un lado, en las causas por las que la economía ha fallado en sus intentos de entender la crisis ambiental y sus conexiones con la crisis social, al mismo tiempo que propone, por otro lado, una «economía ecológica y social», rupturista con la ortodoxia dominante, progresista y radical.

El mismo autor reconoce que su obra no deja de ser el resultado del fallo de los economistas de todos los tipos, tanto los conformistas ortodoxos como aquellos más alternativos o de tipo heterodoxo, a la hora de afrontar el conjunto de las crisis que hemos sufrido durante décadas y que parecen seguir con más intensidad en los escenarios de futuro que se manejan. Es decir, la crisis múltiple de la desigualdad, injusticia y explotación social; la crisis ecológica relacionada, entre otras cosas, con la pérdida de especies, la crisis climática, la contaminación o la disrupción de los ecosistemas, y la crisis económica de un sistema nada ético, que genera una minoría rica a costa de la mayoría social y fuerza a las personas a resignarse a una vida sin sentido, de trabajo y consumo material. Al mismo tiempo, en el libro se muestra la visión del autor sobre la necesidad y posibilidad de revertir los escenarios antes descritos. También sobre las claves para lograrlo, que estarían precisamente en modificar la conducta de la economía, una materia que pretende servir a los intereses humanos para un mayor bien común, pero que se ha separado completamente de cómo los sistemas económicos reales funcionan, negando el potencial humano y destruyendo el mundo no humano.

Es de aquí que parte la radical, al tiempo que fundamentada, crítica del autor británico hacia la economía como disciplina y la forma dominante de economía política que le da soporte. La búsqueda de una reforma básica estructural que Spash propone es también radical porque requiere reformar las instituciones sociales y económicas, no construir nuevas formas «verdes» que continúen legitimando la acumulación de capital.

En ese sentido, el principal objetivo que el autor persigue con su obra es exponer los enfoques profundamente equivocados que se han puesto sobre la mesa para afrontar los problemas ambientales y reemplazarlos por alternativas teóricamente sólidas y bien fundamentadas desde un punto de vista científico y filosófico. De esa manera, la audiencia potencial del libro sería la de quienes buscan cambiar el mundo a mejor, pero miran con escepticismo las ofertas de los economistas convencionales/ortodoxos y de los ecologistas que pintan el mundo de rosa a través de «soluciones» simplistas, ya sea basadas en la tecnología, el crecimiento de las economías, la sociedad de la información, la empresa o el consumismo verde. Es falsa, según el autor, la idea de poder continuar como hasta ahora sin llevar a cabo ningún cambio fundamental en el comportamiento humano.

El libro comienza explorando el establecimiento y el desarrollo de la economía ecológica moderna y las distintas influencias que actuaron en su fundación, algunas positivas, pero otras negativas, en opinión del autor. De ese modo, muestra la «economía ecológica y social» como un enfoque distinto y voluntariamente alejado del paradigma dominante. Ya desde sus primeras páginas, el trabajo deja claro, a través de una narrativa muy cuidada e informada, que la economía ecológica es un campo de conocimiento separado de la economía ambiental, y que no debería ser confundido con esta en sus intentos de extender la aproximación ortodoxa de la economía a la problemática ambiental.

La parte central del libro es de naturaleza más filosófica, enfocada en los fundamentos teóricos de la economía ecológica moderna, cuyo eclecticismo, inconsistencia e incoherencia han generado tantos problemas. Por último, el trabajo de Spash se cierra con la que, desde mi punto de vista, es una de las contribuciones más novedosas y constructivas de todo el libro: la formulación de una agenda de investigación para la economía ecológica y social en el futuro, que podría constituir un punto de partida para la reflexión colectiva de muchos economistas heterodoxos interesados en la cuestión ambiental y dispuestos a aportar de manera inclusiva para construir el nuevo horizonte del pensamiento económico crítico.

Así, vuelve a hacer hincapié en el estudio de la estructura ecológica y social de la economía como paso previo indispensable para alejarse de las múltiples crisis inminentes. En lugar de discutir sobre «la economía», señala que hay diferentes formas de economía y potenciales economías que varían en su estructura. La economía como disciplina trata, en esencia, sobre cómo lograr el suministro social para satisfacer las necesidades, y hay mucha variedadcultural sobre cómo estas se pueden satisfacer. Sin embargo, no bastará con cualquier estructura económica si el objetivo es proporcionar un medio para que los seres humanos vivan vidas dignas y significativas. Quedan así sembradas, en ese capítulo final, las semillas que hay que recoger en las fronteras de los enfoques críticos con el fin de construir de manera cooperativa «las bases teóricas para establecer estructuras alternativas, una visión científica utópica y una transformación ecológica y social radical». Frente a la idea de que no hay alternativa al paradigma dominante, el lema que Spash señala para la economía ecológica y social es que solo hay alternativas.

* Investigadora en Fuhem Ecosocial. E-mail: mdidonato@fuhem.es.

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