Usman Ashraf *

Traducido por Jordi Quiles Sendra 

Resumen

Los esfuerzos para restaurar bosques degradados y reforestar nuevas áreas están en el centro de las agendas globales de sostenibilidad de los bosques y mitigación del cambio climático. Sin embargo, los proyectos de reforestación y conservación de bosques suelen carecer de una comprensión profunda de las dinámicas comunitarias en las que se llevan a cabo. Como resultado, y a pesar de las buenas intenciones, estos proyectos pueden marginar a personas que ya son vulnerables o pobres. En el contexto del sur asiático, por ejemplo, las castas, la etnicidad y la distribución de la tierra son algunas de las facetas que afectan los resultados de este tipo de proyectos. Este artículo muestra la vitalidad de estos factores y dinámicas en el contexto de la reforestación en Pakistán a través del estudio de caso del Billion Tree Tsunami Afforestation Project (BTTAP), además de señalar la manera en que estos factores determinantes resultan en una distribución de recursos desigual favorable para los sectores más ricos. Como consecuencia, en áreas donde la distribución de la tierra es muy desigual, las personas sin tierra tienden a sufrir la marginación y el desahucio.

 

Palabras clave: ecología política, reforestación, Pakistán, Proyecto Billion Tree Tsunami Afforestation

 

Introducción

En los últimos tiempos, las preocupaciones acerca del cambio climático y la sostenibilidad han puesto a los bosques en el primer plano de las medidas de mitigación. Como consecuencia, los esfuerzos para restaurar bosques degradados y reforestar nuevas áreas ocupan el centro de las agendas globales para promover la sostenibilidad de los bosques. Los planes de conservación suelen entenderse como ecologías apolíticas (Robbins, 2012: 18) para asegurar la sostenibilidad ecológica y financiera a largo plazo (Adams y Hutton, 2007: 148). En cambio, según una perspectiva basada en la ecología política, los aspectos sociales, políticos y ambientales están conectados. Así, “las acciones orientadas a conservar la biodiversidad son inherentemente políticas” (Adams y Hutton, 2007: 147). Más aún, los cambios ambientales tienden a generar distribuciones desiguales de costes y beneficios (Bryant y Bailey, 1997), por lo que ciertos sectores sociales se benefician de estos cambios mientras que el resto sufre todavía más marginación. Esto tiene implicaciones más amplias sobre la desigualdad en una sociedad, ya que cualquier intervención ambiental que no tenga muy en cuenta las realidades locales (casta, etnia, dimensiones del poder y tenencia de tierras) resulta a menudo en el aumento de las desigualdades ya existentes. Desde una perspectiva de ecología política, este artículo aporta pruebas empíricas de marginación y profundización de la desigualdad como consecuencia de la puesta en marcha del proyecto de reforestación más ambicioso del país: el Billion Tree Tsunami Afforestation Project (2018).

En el trasfondo de los debates sobre la deforestación acelerada, la degradación ambiental y el cambio climático en la provincia de Khyber Pakhtunkhwa (KPK), el partido en el Gobierno provincial (Pakistan Tehreek-e-Insaaf, PTI) puso en marcha la Iniciativa de Crecimiento Verde (GGI, por sus siglas en inglés), orientada a un modelo de crecimiento económico ambientalmente sostenible y resiliente al cambio climático. La silvicultura fue una de las seis áreas prioritarias de intervención. Los proyectos incluidos en el sector forestal fueron el BTTAP, el proyecto de parques nacionales KPK y el Community Micro-Hydel. Este artículo se centra en el BTTAP, que se propone plantar mil millones de árboles en la provincia (Gobierno de KPK, 2015: 3-5).

Este proyecto prevé un importante incremento de entre un 20 y un 22 % del área boscosa de KPK para el año 2018, lo que suma un mínimo de treinta mil hectáreas de bosque adicionales. Además, la cobertura arbórea de los bosques ya existentes se incrementaría entre un 20 y un 30 % en el mismo período. Se plantarán alrededor de quinientos cincuenta millones de árboles jóvenes en dos fases, y los cuatrocientos cincuenta millones restantes están creciendo de forma natural en cercados forestales (Gobierno de KPK, 2015). Las especies de plantas a sembrar incluyen Nerium oleander, Pinus roxburghii, Juglans regia, Ziziphus mauritiana, Acacia modesta, Dalbergia sissoo, Eucalyptus spp.

El proyecto tiene dos componentes principales:

  1. Plantación de Pinus roxburghii. Se están plantando quinientos cincuenta millones de plántulas en 250.000 hectáreas. Estas plantaciones tienen lugar en tierras gubernamentales en barbecho, en tierras comunales y también en otras privadas. En el caso de las comunales, los Comités para el Desarrollo Rural (VDC, por sus siglas en inglés) seleccionan la superficie para plantar. En el caso de las tierras privadas, los propietarios pueden negociar acuerdos directamente con el Departamento Forestal, que se encarga de las plantaciones en colaboración con empresas privadas. Los propietarios privados reciben sumas cuantiosas por estos contratos, además de derechos de tala pasado un número estipulado de años.
  2. Regeneración por cercamiento. El otro componente principal del proyecto BTTAP es la regeneración natural. Con este propósito, se promueve el crecimiento de alrededor de cuatrocientos cincuenta millones de árboles en parcelas cercadas de bosque, donde no se permite ninguna actividad socioeconómica. Estas zonas se encuentran en reservas forestales que legalmente pertenecen al Estado, pero que han sido utilizadas históricamente para el pastoreo y la recolección de madera caída y otros productos forestales no madereros (NTFP, por sus siglas en inglés). A lo largo de la provincia se han establecido unos tres mil quinientos cercados, con una superficie total equivalente a 375.000 hectáreas (Gobierno de KPK, 2015). Durante un período de tres años, estas zonas se cierran al pastoreo y otras actividades, e incluso se retiran los derechos de paso, de recolección de madera caída y de siega.

Esta investigación se realizó en el distrito de Mansehra, en la provincia noroccidental de KPK. Para la recolección de datos, se utilizó una batería de métodos cualitativos que incluyó entrevistas en profundidad, grupos de discusión, entrevistas cualitativas y observación participante. El estudio se llevó a cabo en junio de 2017 como parte de un proyecto de investigación de máster.

 

Imagen 1: [Izquierda] Tres regiones de KPK resaltadas en blanco, que marcan el alcance del BTTAP. [Derecha] Distintas intervenciones en el marco del BTTAP en la región de estudio de Hazara. Fuente: BTTAP, 2018. 

 

Comunidades y etnias diferenciadas

La gestión conjunta de los recursos naturales se centra en la comunidad y en la población local. Sin embargo, las comunidades no son grupos homogéneos de personas, sino que se trata de grupos con distintos intereses, agendas y acceso al poder. Existe un amplio rango de actores y partes interesadas en los bosques de KPK (Shahbaz, 2011). En relación con la propiedad y el acceso a los bosques, las comunidades locales de KPK pueden clasificarse en tres grupos. El primero se compone de propietarios que tienen bosque en sus tierras privadas. El segundo grupo es el de usuarios que formalmente no poseen tierras, pero tienen acceso a bosques comunales, llamados bosques shamilat/Guzara. Los usuarios que no poseen tierras ni tienen acceso a bosques comunitarios componen el tercer grupo; suelen ser pastores.

La distribución de la tierra en KPK se interseca con la etnicidad y está fuertemente sesgada por desarrollos históricos, como se menciona más adelante. Los principales grupos étnicos de la zona son los pastunes, los syedes y los gujjares (Shahbaz, 2011). Especialmente interesantes son los pastunes, terratenientes, y los gujjares, pastores sin tierras.

Durante el siglo xvi distintas tribus pastunas provenientes de Afganistán (por ejemplo, de Swati y Jhangeri) invadieron las montañas noroccidentales del subcontinente indio y se instalaron en esa zona, hoy en día denominada FATA (Áreas Tribales de Administración Federal) y KPK. Los pastunes acapararon la mayor parte de las tierras y se convirtieron en los mayores terratenientes (Sultan-i-Rome, 2016). Desde entonces la tierra se concentra en manos de las tribus pastunas, dado que su código ético (el Pakhtunwali) prohíbe su venta. No obstante, los pastunes sí alquilan tierras. Los inquilinos, además de pagar el alquiler, están socialmente obligados a servir a sus terratenientes más allá de lo que establecen los contratos de arrendamiento, por ejemplo, con las cosechas. Muchos de los terratenientes no permanecen en la localidad, sino que se mudan a las ciudades más cercanas de Mansehra y Abbottabad una vez alquiladas sus tierras. Allí trabajan en el sector de servicios o como autónomos, por ejemplo, como comerciantes o contratistas. Su relación con la tierra se limita al cobro de los alquileres.

El grupo social que alquila las tierras suele ser el de los pastores gujjares. La geografía montañosa y la escasa disponibilidad de agua en la zona solo permiten ganadería de subsistencia a pequeña escala. Estos factores también limitan el rendimiento de los cultivos, lo que, sumado a los costes de transporte, da como resultado excedentes insuficientes para comercializarse. Como consecuencia, la agricultura no es una opción lucrativa, a no ser que se combine con actividades ganaderas. Por ello los gujjares cultivan alimentos (maíz y trigo) en pequeñas partes del terreno y el resto lo utilizan como pastos. Durante los inviernos, cuando hay escasez de pastos y forraje, hacen un uso privado de los pastos de estas tierras. En el verano mueven sus ganados hacia el norte, a los pastos del valle de Kaghan. Cuando comienza el invierno, en septiembre, vuelven a desplazarlos a menores altitudes. La tierra tiene una posición central en la economía de subsistencia de los gujjares. Sin ella, carecen de pastos para sus animales en invierno, lo que interrumpe la reproducción de sus medios de subsistencia.

 

Exclusión y marginación

El proyecto BTTAP está teniendo efectos devastadores sobre las poblaciones locales, particularmente sobre los gujjares, los pastores sin tierra. En las siguientes líneas explico las dinámicas de marginación que los afectan.

Para promover la reforestación en tierras privadas, el Departamento Forestal diseñó un mecanismo de subsidios según el cual los terratenientes pueden firmar un contrato con el departamento para plantar árboles en sus tierras a cambio de la protección de estas plantas durante cinco años. Tras los años estipulados, los propietarios tendrán derecho a talar y a vender productos madereros de estas plantaciones. Además, la elección de las especies a plantar queda a discreción del propietario, que en muchos casos elige eucalipto por su rápido crecimiento. Junto con estos beneficios, los plantones se proveen gratuitamente y se otorgan pagos sustanciales por los costes de las plantas y el mantenimiento.

Este plan de promoción ha cambiado repentinamente el valor de uso de la tierra. Cada vez son más los propietarios que retiran sus tierras a los arrendatarios para sellar acuerdos con el Departamento Forestal. El creciente número de contratos con el departamento es el resultado de dos factores. En primer lugar, los terratenientes no cultivan personalmente esas tierras, y por tanto no se ven afectados si se reservan para la plantación. En segundo término, el alto precio de la madera en Pakistán les asegura una ganancia mucho mayor que los bajos alquileres de sus tierras. La mayor parte de los propietarios con los que hablé piensan que el eucalipto les generará mayores beneficios que los alquileres. Por lo tanto, muchos gujjares han perdido el acceso a la tierra y ahora no pueden utilizarlas para obtener pastos en invierno. Como resultado, se ven forzados a vender sus ganados y algunos se han mudado a las ciudades en busca de trabajo. Otros han comenzado a trabajar como peones en los mercados locales.

Conocí a uno de estos jóvenes en Jabori, mientras esperaba la llegada de mi anfitrión en el centro del pueblo. Amir, de veintidós años, se acercó y me pidió algo de dinero. Al preguntarle, me contó que llevaba tres días buscando trabajo en vano, y que no tenía dinero para comer. Le compré comida mientras escuchaba sus palabras. Amir había cuidado el rebaño de su padre, de unas ciento cincuenta cabras. En 2015 el dueño de las tierras firmó con el Departamento Forestal para plantar árboles y, como consecuencia, no pudieron alimentar más a sus cabras en aquellas tierras. Intentaron alquilar otras tierras, pero estas eran cada vez más escasas dado que aumentaban las destinadas a la plantación de árboles. Quisieron comprar forraje en el mercado, pero era demasiado caro. Antes de la implementación del BTTAP, una opción para pastorear era utilizar los bosques de reserva (de propiedad estatal), pero eso también terminó, ya que el artículo 144 de la Constitución pakistaní ha retirado todos los derechos de pastoreo, paso o residencia en bosques estatales. Pudieron adquirir hierba del bosque sobornando a algunos agentes forestales locales. Sin embargo, esto no fue suficiente para mantener un rebaño de ciento cincuenta cabras. La familia empezó a vender cabras para poder comprar forraje para las otras y así equilibrar los gastos, pero al final su padre abandonó la idea de mantener los animales y vendió el rebaño entero. Amir se quedó con sus padres en Jabori y empezó a trabajar como peón de obra, mientras que un hermano se mudó a Mansehra, donde trabaja en la tienda de su tío. Su padre se queda en casa, cuidando la única vaca que les ha quedado tras toda esta crisis.

El caso del BTTAP muestra que los proyectos de reforestación y las políticas orientadas a la mejora ambiental para las comunidades necesitan tener en cuenta complejas dinámicas sociopolíticas. Si no se tienen en consideración, estas dinámicas pueden exacerbar las desigualdades existentes en una sociedad. Muchas veces son los más pobres entre los pobres quienes terminan cargando con el peso de la creciente inseguridad y de los conflictos relacionados con el medio ambiente.

 

Para más información

http://103.240.220.71/btt/
http://tns.thenews.com.pk/shady-trees/

 

Agradecimientos

El autor agradece a su supervisor de tesis, el profesor Jun Borras, y a su mentor y amigo, el doctor Julien F. Gerber, por todo el esfuerzo, el tiempo y la energía invertidos en su trabajo.

 

Bibliografía

Adams, W. M., y J. Hutton, 2007. “People, parks and poverty: political ecology and biodiversity
conservation”, Conservation and Society, vol. 5 (2), pp. 147-183.

Billion Tree Tsunami Afforestation Project (BTTAP), 2018. Disponible en: at:http://103.240.220.71/btt/,consulted on March 20th, 2018.

Bryant, R. L., y S. Bailey, 1997. Third world political ecology. Londres, Psychology Press.

Gobierno de KPK, 2015. Billion Tree Tsunami Project in Khyber Pakhtunkhwa. Peshawar.

Robbins, P., 2012. Political ecology: a critical introduction. Sussex, Wiley-Blackwell.

Shahbaz, B., T. Ali y A. Q. Suleri, 2011. “Dilemmas and challenges in forest conservation and development interventions: case of Northwest Pakistan”. Forest Policy and Economics, 13 (6), pp. 473-478.

Sultan-i-Rome, 2016. Land and forest governance in Swat. Lahore, Oxford University Press.

* International Institute of Social Studies, La Haya. E-mail: env.usman@gmail.com.

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