Ana M. Machado*

Creo que habéis estado en Gope y habéis visto dónde va a estar la mina. Ver esos edificios muestra que el Gobierno planea estar aquí dentro, y que [los diamantes] van a ser extraídos. Incluso algunos funcionarios del Gobierno nos dijeron que nos trasladaban sólo por los diamantes. Dicen que la gente no debería quedarse sentada junto a los diamantes.

MONGWEGI GAOBEREKEW, bosquimano gana de la Reserva de Caza del Kalahari Central, Botsuana.

 

En los años cincuenta un millonario estadounidense, Laurence Marshall, se trasladó con su mujer Lorna y sus hijos John y Elizabeth a Nyae Nyae, hogar de los bosquimanos !kung. Situada en pleno desierto del Kalahari, el mayor desierto del sur de África, la escasez de agua de la zona había hecho que careciera de interés hasta entonces tanto para blancos como para negros.

La familia Marshall entró en contacto con una comunidad !kung, que debido a su aislamiento aún conservaba su modo de vida cazador-recolector, y llegó a formar parte de ella.

En su libro El pueblo inofensivo, Elizabeth Marshall recuerda cómo solían dormir al aire libre en Nyae Nyae, sin temor a los leones, pues entonces «los leones dejaban a los humanos en paz». Si los bosquimanos habían herido a un antílope con un dardo envenenado y lo estaban siguiendo, y alcanzaban a una manada de leones (compuestas en general por unos 30 miembros) que habían reclamado la pieza, los bosquimanos se acercaban a los leones y les decían que la carne les pertenecía. «Les hablaban con respeto, pero avanzaban hacia ellos y los leones gruñían y gruñían pero al fin se retiraban.» Los bosquimanos podían hacer esto porque, habiendo convivido y cazado en las mismas tierras que los leones durante miles de años, los bosquimanos y los leones habían desarrollado un modo de vida conjunto basado en el respeto mutuo. «Es una cosa muy antigua, esta relación entre leones y bosquimanos», comenta Elizabeth. «El pasado arqueológico bosquimano se remonta 35.000 años, probablemente más… Los leones han vivido aquí [en el Kalahari] más de 700.000 años.»

Hoy los antropólogos consideran que los bosquimanos llevan viviendo en el Kalahari más de 20.000 años, lo que les convierte en una de las culturas más antiguas del planeta.(1) No se trata de un sólo pueblo, sino de un conjunto de pueblos que hablan lenguas similares, compuestas por «chasquidos», sonidos hechos con la lengua que se representan en la escritura por distintos signos como ! y /. Según los últimos cálculos, quedan unos 100.000 en el sur de África, repartidos entre Botsuana, Namibia, Sudáfrica, Zimbabue, Zambia y Angola.

De entre todos ellos, los 5.000 gana y gwi de la Reserva de Caza del Kalahari Central en Botsuana fueron de los últimos bosquimanos que vivían exclusivamente de la caza y recolección. Sin embargo, en 1997 y 2002, tras años de acoso, el Gobierno de Botsuana los expulsó de sus tierras ancestrales en la Reserva. Los trasladó a la fuerza a campos de reasentamiento, conocidos entre los gana y gwi muy expresivamente como «los lugares de la muerte», pues en ellos reinaba y reina solamente la desesperación, el paro, el alcoholismo, la prostitución, el sida y la muerte. Alejados de su tierra, del lugar donde sus antepasados están enterrados, de su hogar, su vida, como la de tantos indígenas desplazados, carece de sentido para ellos.

Si un animal tan poderoso como un león no constituía un peligro para los bosquimanos !kung, ¿qué implacable fuerza consiguió que los gana y gwi tuvieran que abandonar su tierra? Aún más importante y pertinente: ¿qué poder puede conseguir que regresen a ella?

Lo que se les dijo a los bosquimanos fue que tenían que trasladarse para dejar vía libre a la futura excavación diamantífera. Sin embargo, tanto el Gobierno como su socio, De Beers, niegan ahora esto, a pesar de que la Reserva entera está cubierta en la actualidad por concesiones de prospección.(2) Otras empresas, como Petra Diamonds,(3) están realizando en la actualidad exploraciones en dos antiguos poblados bosquimanos, Gope y Kukama. El Presidente de Botsuana, Festus Mogae, ha llegado a describir la relación entre su gobierno y De Beers como la de «hermanos siameses», esgrimiendo mientras tanto muy distintas razones para las expulsiones.

Una de estas razones ha sido lo costoso que resultaba el abastecimiento de agua en la Reserva. Sin embargo, mientras el Gobierno afirma haberse gastado seis millones de dólares en uno sólo de los campos de reasentamiento, el coste anual de la provisión de servicios gubernamentales era únicamente de unos 12.000 dólares.

Por otro lado, la razón de que los bosquimanos necesitaran en primer lugar dicho abastecimiento se debió a la ganadería exhaustiva, fomentada por el Gobierno en los años ochenta y que continúa activa hoy, en las fronteras de la Reserva de Caza. Dicha ganadería hizo que descendiese dramáticamente el nivel de agua del subsuelo, hasta que los bosquimanos no podían alcanzarla con sus métodos tradicionales.

Otra razón esgrimida por el Gobierno ha sido que los bosquimanos constituían una amenaza contra la fauna de la Reserva. Sin embargo, Joseph Matlhare, director del Departamento de Medio Ambiente de Botsuana, ha declarado bajo juramento ante el Tribunal Supremo de este país que no hay evidencia alguna de que los bosquimanos cacen con rifles o lo hayan hecho en los últimos 20 años, el argumento empleado por el Gobierno para calificar de «amenaza» a los bosquimanos. Además, los estudios medioambientales del propio Gobierno muestran que en los años anteriores a las expulsiones la mayoría de las especies de antílope habían aumentado en número. La hipotética amenaza contra la fauna se revela así como una excusa para justificar las expulsiones, excusa que además pasa por alto que los bosquimanos han vivido en el Kalahari más de 20.000 años sin perjudicar el equilibrio ecológico.

Las declaraciones de Matlhare se produjeron en el contexto de un juicio que puede considerarse histórico por varias razones: además de tratarse del juicio más largo y caro de la historia de Botsuana, con una duración de más de dos años, los solicitantes del mismo, que no eran otros que los bosquimanos gana y gwi de la Reserva, son los habitantes más pobres del país. Llevaban a juicio al Gobierno de Botsuana por haberles expulsado de sus tierras ancestrales. Esto hace que el dictamen conseguido en el mismo el pasado 13 de diciembre, a favor de los bosquimanos, haya sido una victoria sin precedentes no sólo para los derechos indígenas en África y en el mundo, sino también para los simpatizantes de los bosquimanos, que fueron quienes financiaron el juicio. El Tribunal Supremo de Botsuana dictaminó que era «ilegal e inconstitucional» por parte del Gobierno tanto haberles expulsado de la Reserva de Caza del Kalahari Central como los impedimentos (torturas, detenciones) puestos a sus actividades de caza y recolección en sus tierras.

Con la mención a este juicio respondemos a nuestra pregunta acerca del poder que puede conseguir el regreso de los gana y gwi a sus tierras y su permanencia en las mismas. Se trata del poder de la opinión pública. Fue precisamente la presión de los ciudadanos y la atención de los medios de comunicación hacia la situación de los bosquimanos lo que consiguió la histórica victoria jurídica que supone el dictamen del 13 de diciembre. Por eso, en Survival consideramos que la opinión pública es la fuerza más poderosa para el cambio.

MÁS INFORMACIÓN

www.survival.es Página web de Survival International

www.iwant2gohome.org Página web de la organización de los bosquimanos gana y gwi, First People of the Kalahari

http://www.rightlivelihood.org/recip/2005/first-people-of-thekalahari–roy-sesana.htm Página web de la organización Right Livelihood Award, que otorga el llamado «Premio Nobel alternativo», recibido por la organización First People of the Kalahari para 2005

REFERENCIAS

GALL, Sandy (2001), The Bushmen of Southern Africa. Slaughter of the innocent, Chatto & Windus, Londres (pp. 141-144 para la referencia a la familia Marshall y el libro de Elizabeth Marshall El pueblo inofensivo).

TRISTÁN, Rosa M. (2006), «La serpiente, el primer dios», artículo aparecido en El Mundo del Siglo XXI, lunes 4 de diciembre

* Survival International (España). Correo electrónico: am@survival.es

1 Ver http://www.elmundo.es/papel/2006/12/04/ciencia/ 2057416.html

2 Ver mapas que muestran el aumento de las concesiones justo después de las expulsiones de 2002 en http://www.survival.es/ bosquimanos

3 En noviembre, sólo unas semanas antes del dictamen del Tribunal a favor de los gana y gwi, equipos de exploración diamantífera estaban activos en la Reserva. Ver «Las empresas de diamantes se instalan en el Kalahari mientras el sida golpea a los bosquimanos expulsados», 16 noviembre 2007, sección Noticias, http://www.survival.es

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