Francesc Rodríguez*

DOI: doi.org/10.53368/EP63IVCbr02

Resumen: Desde hace sobre todo dos décadas numerosos ríos de Costa Rica se han visto amenazados por los planes de desarrolladores eléctricos privados para construir represas a filo de agua. Las comunidades locales adyacentes a los ríos situados entre la cordillera de Talamanca y el océano Pacífico detuvieron ese intento de expansión hidroextractivista tras una lucha de varios años contra las represas y en defensa de la vida. A partir de una etnografía multiespecies, en este artículo muestro cómo las nutrias que habitan esos ríos también son protagonistas de esa lucha. Para ello expongo la coalición multiespecie formada en esas comunidades en respuesta a la ausencia de las nutrias en la Evaluación de Impacto Ambiental del proyecto hidroeléctrico San Rafael.

Palabras clave: hidroextractivismo, conflictos socioambientales, coalición multiespecies, etnografía, Costa Rica

Abstract: For the past two decades, dozens of rivers in Costa Rica have been threatened by the plans of hydroelectric developers to build private run-of-the-river dams. Local communities adjacent to the rivers located between the Talamanca Mountain range and the Pacific Ocean stopped this attempt at hydroextractive expansion after a years-long struggle against dams and in defense of life. Based on a multi-species ethnography, in this article I show how the otters that inhabit these rivers, are also protagonists of this struggle. To do so, I expose the multi-species coalition formed in these communities in response to the absence of otters in the Environmental Impact Assessment of the San Rafael hydroelectric project.

Keywords: hydroextractivism, socioenvironmental conflicts, multi-specie coalition, ethnography, Costa Rica

 

 

Introducción

En abril de 2015 el río San Rafael nos acogió sobre las piedras de su cauce.[1] Allí estaban sentadas varias familias de las comunidades rurales adyacentes al río y dos miembros del movimiento Ríos Vivos de Costa Rica, con los que me había desplazado desde San Isidro de El General, la capital del cantón de Pérez Zeledón. —¿Aquí hay nutrias? —preguntó Jorge,[2] uno de los miembros de Ríos Vivos, en voz alta. —Sííí, perros de agua… —respondió una de las personas presentes, mientras otros asentían con la cabeza como afirmando haberlos visto también. Tras dos segundos en los que solo se percibía el sonido de la corriente del río, Jorge dijo: —Pues es importante saberlo porque las nutrias están protegidas por tratados internacionales.[3] Tras otro corto silencio, Jorge, mientras movía la cabeza de un lado al otro para dirigirse a todo el círculo de personas sentadas a su alrededor, remarcó: —Hay que buscar especies en peligro en este río, y las nutrias son una de ellas.

Imagen 1. Reunión junto al río San Rafael. Autor: Francesc Rodríguez.

Este encuentro entre vecinos y vecinas con miembros de Ríos Vivos de Costa Rica representa un capítulo más de resistencia comunal contra los intentos de desarrolladores por construir represas a filo de agua para la generación y exportación de electricidad.[4] Estos planes hidroextractivistas, basados en la desviación del agua por una tubería dejando varios kilómetros del cauce del río prácticamente secos, se pretendieron ejecutar en varias partes de Costa Rica, sobre todo en su zona suroeste a partir de la década del 2010.[5] Finalmente, las represas no se construyeron. En el caso del proyecto hidroeléctrico San Rafael, fue debido a la denegación de la declaratoria de conveniencia nacional para el proyecto por parte del Ministro de Ambiente y Energía (resolución N.o 0010-2019-DE de 2019). Un elemento clave para tomar esa decisión fue la exitosa resistencia comunal en lo que representa un creciente movimiento por la defensa de la vida en común no solo cerca del Río San Rafael, sino también en otras zonas del país (AJA [Environmental Justice Atlas], 2019; Pearson, 2011). Pero, a pesar de que los proyectos al final se frenaron, todos obtuvieron la viabilidad ambiental mediante una Evaluación de Impacto Ambiental (EIA)[6] positiva. Desde las perspectivas de los estudios de la ciencia y tecnología (cuyo acrónimo inglés es STS) y de los estudios de animales (animal studies), en este artículo muestro la coalición más que humana que surge como respuesta a la falta de reconocimiento de especies protegidas, como en el caso de la nutria en la EIA del proyecto hidroextractivista San Rafael. La ciencia en forma de EIA juega un papel clave en este y otros conflictos socioambientales, ya que, bajo el régimen ambiental conocido como desarrollo sostenible implantado en Costa Rica durante los años ochenta y noventa (Isla, 2015), este tipo de conocimiento es el que evalúa los requisitos de lo que es sostenible o no para las comunidades o, lo que es lo mismo en este caso, si las represas se pueden construir o no De esta manera, este artículo hace hincapié en que los conflictos socioambientales, además de incluir componentes ecológico-distributivos (Martínez-Alier, 2006), también tienen que ver con la ontología o, en otras palabras, el ser y las relaciones humanas y más que humanas de las comunidades. Como afirma Raftopoulos (2017), la interrogación sobre los supuestos ontológicos de los conflictos socioambientales, incluidas las conexiones entre mundos humanos y no humanos, es clave para desafiar los principios sobre la vida enraizados en los modelos de desarrollo actual.

Ausencias y presencias de nutrias en un conflicto socioambiental

En Costa Rica (y en otros países) el EIA incluye un apartado sobre la protección de especies. En el caso del EIA del proyecto hidroeléctrico San Rafael, este apartado no recoge la existencia de ninguna especie protegida. En el estudio se afirma: «No se encontraron especies endémicas, con poblaciones reducidas o en peligro de extinción tanto para la flora como para la fauna del AP» (GAPRO, 2013: 61). De esta manera, los proyectos hidroeléctricos, como el de este artículo y el de otros ríos adyacentes, consiguieron la viabilidad ambiental sin apenas modificaciones a sus planes originales. Sin embargo, como muestro a continuación, este EIA proyecta un tipo de río sin especies protegidas como la nutria que no se corresponde con el río que fluye por la comunidad y que sí incluye una de estas especies. Las nutrias son una parte más de la comunidad cercana al río San Rafael. Después del encuentro junto al río con el que he iniciado este artículo, pude hablar con más personas de las comunidades que habían visto nutrias. Por ejemplo, Giovanni, un agricultor de la zona, me dijo lo siguiente en una conversación mientras caminábamos al lado del río: Me llamó mucho la curiosidad lo que decía Jorge, lo de la nutria, el perro de agua. Sin duda, aquí hay perros de agua. A esas piedras vinieron muchachos de la Universidad de Costa Rica, y un antropólogo también, y vimos una. Ellas se deslizan así y se les ve la espalda brillante. Además de Giovanni, pude hablar con otras personas que en los últimos meses habían visto nutrias, o perros de agua, en los ríos a los que van a pescar o bañarse con sus familias. Por ejemplo, otra vecina de la zona me comentó: He hablado con algunos vecinos de Zapotal y San Jerónimo que suelen ir a pescar al río San Rafael y me aseguran que han visto muchos de estos animales llamados nutrias. Van a intentar fotografiarlas para tener pruebas de ello. Además, las nutrias no solo comparten espacios con las comunidades adyacentes a los ríos, como numerosos testigos acreditan, sino que también están presentes en los repertorios visuales articulados en el contexto de este conflicto socioambiental. Por ejemplo, una de las pancartas en la manifestación en San José en marzo de 2014 contra las represas hacía referencia al hecho de que la comunidad no humana también estaba representada en las calles ese día.

Imagen 2. Pancarta en la manifestación de San José en la que se defiende el derecho a la vida de varias especies. Autor: Francesc Rodríguez.

Cuando hablé con el creador de esa pancarta, Carlos, sobre las especies específicas a las que se refería cerca del río donde vivía, me comentó que eran «los peces, nutrias y otros animales, que viven con y por los ríos». Las nutrias aparecen también de manera visual en otros espacios de resistencia. Por ejemplo, varias veces pude comprobar que había nutrias creadas artísticamente para acompañar a las comunidades en varias de sus actividades en defensa de los ríos. De esta manera, la ausencia de las nutrias en documentos oficiales queda compensada por su presencia reivindicativa en otros lugares donde tiene lugar este conflicto socioambiental.

Imagen 3. Nutrias pintadas por la artista y activista Raquel Bolaños. Fuente: https://www.raquelartista.com/.

En definitiva, a pesar de su ausencia en el EIA, las nutrias son una parte de la comunidad, y este conflicto socioambiental también incluye una coalición más que humana en defensa de la vida en común; en común entre las comunidades rurales, el río y las nutrias (y otras especies).  

Conclusiones

En este artículo he mostrado que la falta de nutrias en el EIA del proyecto hidroeléctrico del río San Rafael no es un reflejo fidedigno de los encuentros entre distintas especies que allí ocurren, sino que parece una manera de facilitar el desarrollo de proyectos hidroextractivistas. Existe una brecha evidente entre la ausencia de nutrias en el EIA y, por otro lado, sus múltiples presencias en las comunidades adyacentes a los ríos. Esa brecha pone en duda el conocimiento oficializado en ese tipo de evaluaciones ambientales y, por eso, afirmo que es necesario establecer mecanismos epistemológicos y ontológicos que garanticen que el testimonio de las comunidades se reconozca como conocimiento válido. Actualmente, es posible presentar un apersonamiento jurídico a la Secretaría Técnica Nacional Ambiental de Costa Rica para recoger quejas y consultas de personas en desacuerdo con los EIA. Sin embargo, garantizar un correcto conocimiento de los ríos y sus entornos humanos y no humanos para tomar decisiones debería requerir algo más que un simple procedimiento legal a posteriori como el apersonamiento jurídico. De esta manera, la ausencia de evidencia de nutrias y otras especies protegidas no se tomaría como una evidencia de su ausencia, tal y como ocurrió en la EIA del proyecto hidroextractivista San Rafael bajo el modelo vigente de gobernanza ambiental en Costa Rica, conocido como desarrollo sostenible.

Referencias

AJA (Environmental Justice Atlas), 2019. «Proyecto hidroeléctrico San Rafael, Costa Rica». Disponible en: https://ejatlas.org/conflict/proyecto-hidroelectrico-san-rafael-costarica, consultado el 30 de mayo de 2022.

GAPRO (Gestión Ambiental de Proyectos), 2013. Proyecto hidroeléctrico San Rafael. Estudio de Impacto Ambiental, EXP. D1-10685-2013.

Gutiérrez Arguedas, A., y D. Villalobos, 2020. «Proyectos hidroeléctricos y resistencias comunitarias en defensa de los ríos en Costa Rica: un análisis geográfico». Cuadernos de Geografía: Revista Colombiana de Geografía, 29 (1), pp. 133-151.

Isla, A., 2015. The «Greening» of Costa Rica: Women, Peasants, Indigenous Peoples, and the Remaking of Nature. Toronto, University of Toronto.

Macdonald, S., y C. Mason, 1992. «A Note on Lutra Longicaudis in Costa Rica». IUCN Otter Specialist Group Bulletin, 7, pp. 37-38.

Martínez-Alier, J., 2006. «Los conflictos ecológico-distributivos y los indicadores de sustentabilidad». Polis, 13, pp. 1-16.

Pearson, T. W., 2011. «Naturaleza, neoliberalismo y soberanía: la vida como espacio de lucha en Costa Rica». Biocenosis, 24 (1-2), pp. 45-53.

Raftopoulos, M., 2017. «Contemporary Debates on Social-environmental Conflicts, Extractivism and Human Rights in Latin America». International Journal of Human Rights, 21 (4), pp. 387-404.

Rheingantz, M. L., y C. S. Trinca, 2015. «Lontra longicaudis». The IUCN Red List of Threatened Species 2015, e.T12304A21937379.

Rodríguez, F., 2020. «Knowing Water Worlds: A Postphenomenological Approach to Socioenvironmental Imaginaries in Costa Rica». Yorkspace Institutional Repository (11 de agosto de 2020). Disponible en: https://yorkspace.library.yorku.ca/xmlui/handle/10315/37743, consultado el 30 de mayo de 2022.

* Investigador posdoctoral en la cátedra de Estudios Tecnocientíficos (Chair of Technoscience Studies). Brandenburg University of Technology, Alemania. E-mail: rodriguf@b-tu.de.

[1] Esta experiencia de observación participante junto con las entrevistas informales de este artículo son parte de una etnografía multisituada realizada en Costa Rica entre 2013 y 2016 (para más información, véase la tesis doctoral de Rodríguez, 2020).

[2] Algunos nombres propios que aparecen en este artículo son ficticios.

[3] Las nutrias (Lontra longicaudis) están protegidas en Costa Rica y otros países (Macdonald y Mason, 1992; Rheingantz y Trinca, 2015).

[4] Potencialmente mediante el controvertido Sistema de Interconexión Eléctrica para Países de América Central (SIEPAC), impulsado por intereses económicos y políticos que abogan por liberalizar y privatizar el sector eléctrico en Costa Rica y los países colindantes.

[5] En total se planearon catorce proyectos hidroeléctricos en una zona de unos cincuenta kilómetros en línea recta atravesada por varios ríos (para más información, véase Gutiérrez y Villalobos, 2020).

[6] La Evaluación de Impacto Ambiental se basa en una serie de procesos que incluyen un Estudio de Impacto Ambiental en forma de informe escrito. A veces me refiero a EIA como «evaluación» y otras como «estudio», aunque el significado es parecido.

 

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