Valeska Morales Urbina[*]
Resumen: La actividad minera, especialmente en el Sur Global, genera depósitos de relaves con contaminantes ambientales que impactan negativamente los cuerpos de agua, la calidad del aire y el suelo, y, con ello, la vida (Menéndez y Muñoz, 2021). El artículo explora los efectos de los relaves mineros en el norte de Chile, y se centra en los impactos y las conflictividades en torno a estos, y el proceso de «desplazamiento de subjetividades» desde la óptica de la ecología política feminista (EPF).
Bolados (2016) y Zhouri y Munaier (2024) destacan la importancia de analizar la agencia de las mujeres en contextos de crisis ambientales, mostrando cómo se organizan localmente para enfrentar diversos modelos extractivistas y sus impactos socioambientales. Resistencias ejemplificadas en la colectiva feminista Resueltas del Valle en la cuenca del Huasco, región de Atacama, conectando la justicia ambiental con la autodefensa del cuerpo y la autonomía territorial.
Palabras clave: relaves mineros, desplazamiento de subjetividades, ecología política feminista, justicia ambiental
Abstract: Mining activity, particularly in the Global South, generates tailings deposits containing environmental pollutants that adversely affect water bodies, air quality, soil, and, consequently, life itself (Menéndez & Muñoz, 2021). This article examines the effects of mining tailings in northern Chile, focusing on their impacts, the conflicts surrounding them, and the process of «subjectivity displacement» from a Feminist Political Ecology (FPE) perspective.
Bolados (2016) and Zhouri & Munaier (2024) highlight the importance of analyzing women’s agency in contexts of environmental crises, demonstrating how they organize locally to confront various extractivist models and their socio-environmental impacts. These forms of resistance are exemplified by the feminist collective Resueltas del Valle in the Huasco Valley basin, Atacama region, linking environmental justice with bodily self-defense and territorial autonomy.
Keywords: Mining tailings, displacement of subjectivities, feminist political ecology, environmental justice.
Introducción
Escribo desde un saber encarnado y enraizado en Chile, tercer país con más depósitos de relaves mineros en el mundo, después de China y Estados Unidos. Conozco lo que es crecer jugando entre la escoria de la minería, aprender a sortear sus «externalidades», que no solo afectan el ámbito ambiental, sino también el social y humano. La mayoría de los depósitos de relaves se ubican en comunas con altos niveles de pobreza multidimensional (Ojeda-Pereira et al., 2023). Ciudades construidas entre muros de desperdicios de la minería, como Copiapó, capital de Atacama, región en la que existen 163 depósitos de relaves y 117 de ellos están abandonados. En la propia capital regional se convive con al menos 87 depósitos de relaves, que se confunden entre los cerros del desierto, solo a metros de poblaciones como El Palomar o Viñita Azul (Ojeda-Pereira et al., 2023; Skoknic, 2011).
Los depósitos de relaves mineros son residuos de la minería, y pueden contener cianuro, cadmio, arsénico, plomo y en algunos casos, cuando se extrae oro, también mercurio. Un coctel químico que puede generar daños irreparables en la salud (Gamero, 2022; Menéndez y Muñoz, 2021). Además, presentan el riesgo de una eventual liberación de metales pesados y otros contaminantes que deterioran la calidad del suelo y del agua, lo que a su vez impacta en la agricultura y la salud pública (Menéndez y Muñoz, 2021; Fernández, 2021). Este deterioro ambiental es un claro ejemplo de cómo las decisiones económicas y políticas en torno a la megaminería pueden tener consecuencias devastadoras para el medio ambiente y las comunidades locales, especialmente para las mujeres que, producto de la división sexual del trabajo, son mayoritariamente las encargadas de los cuidados, la reproducción de las tareas del hogar y la producción alimentaria.
Desechos mineros en el Sur Global
Esta problemática está presente en los países cuya matriz extractivista es la megaminería, por ejemplo, en Chile «se estima que cada treinta horas se depositan relaves equivalentes al cerro Santa Lucía, es decir, 2.572.263 toneladas. Y se prevé que para 2026 se producirán más de 915 millones de toneladas al año, un aumento de 74 por ciento en la generación de relaves en comparación con 2014 (525 millones de toneladas por año)» (Aparicio, 2022). A pesar de que la historia ambiental de Chile tiene una serie de registros en que la gestión de los depósitos de relaves ha generado crisis socioambientales, estos siguen en aumento. Por ejemplo, en 1965, luego del terremoto de 7,4 grados Richter cuyo epicentro fue en La Ligua, un poblado llamado El Cobre fue sepultado por un relave de la minera El Soldado, que colapsó luego del movimiento de la tierra y arrasó con todo a su paso, lo que provocó la desaparición de más de doscientas personas y todo el poblado.
La memoria es frágil, y la historia es cíclica. Cincuenta años después, durante marzo del año 2015, se produjeron inusuales e intensas lluvias entre las regiones de Antofagasta, Atacama y Coquimbo. Los territorios al sur del desierto más árido del mundo, junto con las zonas precordilleranas en que se produjeron aluviones, fueron los más afectados. En algunos casos también se removieron depósitos de relaves, y, con ello, se encendieron las alarmas sobre la problemática que los depósitos de relaves mineros generan en la salud mental, biológica y social de las poblaciones.
Los desechos mineros son una problemática común con otros países del Sur Global. Recientemente, en enero del año 2019, en el sudeste de Brasil, en la región metropolitana de Belo Horizonte se produjo uno de los mayores eventos naturales que han generado desastres socioambientales producto de la intervención antropogénica, con el derrumbe de dos depósitos de relaves operados por Samarco (empresa conjunta de BHP Billinton y Vale, S. A.). Esto provocó un derrame de aproximadamente doce millones de metros cúbicos de lodo tóxico, lo que devino en devastación ambiental y social, y la muerte de más de doscientas setenta personas. Zhouri y Munaier (2024) han planteado que este desastre repercute en la cotidianidad y calidad de vida de cientos de familias, en las cuales las mujeres encarnan procesos particulares:
Aunque no haya una autoidentificación como feministas o ecofeministas, por cierto, las mujeres que luchan como afectadas en el contexto del desastre, para conseguir dedicar parte de su tiempo a las cuestiones de la reparación y representar a las y los afectados […], tuvieron que producir desplazamientos en sus subjetividades. Frecuentemente, ellas evalúan este proceso como un aprendizaje que implicó el apoderarse de herramientas […] para un empoderamiento que superase las subjetivaciones marcadas por sentimientos de inseguridad y miedo. Observamos, así, un movimiento doble e interrelacionado, a saber: esfuerzos en procesos de apoderamiento y acuerpamiento. (Zhouri y Munaier, 2024:8).
Desplazamientos de subjetividades en el Valle del Huasco, Chile
Desde la perspectiva de la ecología política feminista (EPF), comprendemos que las identidades y las experiencias sociales no se desarrollan en un vacío, sino en relación con sistemas de opresión y estructuras de poder, que incluyen tanto las dinámicas de género y clase como las de explotación ambiental. Los relaves mineros impactan negativamente en el cuerpo social al propiciar la reconfiguración de individuos y colectivos, que transforman tanto su identidad como su relación con el entorno y los otros, trascendiendo las divisiones entre naturaleza y cultura en una relación interdependiente, y desafiando las estructuras de poder patriarcales y extractivistas. La EPF define este proceso como «desplazamiento de las subjetividades». Se trata de un proceso complejo que involucra la reconfiguración de identidades y experiencias vividas y el acuerpamiento, claves para comprender cómo las mujeres, a partir de las necesidades cotidianas, desafían las estructuras de poder y coconstruyen nuevas formas de subjetividad promotoras de la justicia socioambiental.
Desde esta perspectiva, las mujeres somos potenciales agentes de cambio o transformación social, y no solo víctimas de los impactos del extractivismo minero-energético, pues somos las mujeres las que solemos liderar organizaciones y procesos de resistencia. En el Sur Global hay una serie de ejemplos de organizaciones de mujeres que luchan por la autonomía y soberanía de sus cuerpos y territorios.
Por ejemplo, en el contexto de la cuenca del Valle del Huasco, en la región de Atacama, una concatenación de organizaciones territoriales se articulan para luchar por la justicia ambiental. Desde inicios de los años noventa hasta la fecha se registran diversos hitos liderados por mujeres, como actoras relevantes en las luchas por la justicia socioambiental. En una «rueda de resistencia», han estado presentes, han encarnado en sus cuerpos, biografías y trayectorias este desplazamiento de subjetividades y han cuestionado su propia cotidianidad, liderando una comuna que actualmente lucha contra los depósitos de relaves mineros de la Compañía Minera del Pacífico (CMP), una lucha articulada en la organización territorial Huasco sin relaves.
No fue hasta el año 2017 que surgió la colectiva feminista Resueltas del Valle, que llega desde la cordillera hasta el mar para defender el cuerpo-territorio y denunciar el extractivismo minero-energético, el colonialismo de género y la cultura de la violación organizados en torno a los commodities mineros. Así, integran en las narrativas del movimiento socioambiental las desigualdades y violencias de género que el extractivismo minero-energético conlleva. Estas resistencias, luchas cotidianas y prácticas nombradas o no como ecofeministas comunitarias y territoriales no solo se oponen al extractivismo mercenario, sino que también buscan reparar (simbólica y materialmente) las «externalidades» o los efectos nocivos de la megaminería, además de desafiar las estructuras de poder que perpetúan la explotación de bienes comunes, la marginalización y división de las comunidades locales, y también las violencias de género generadas por estas dinámicas.
Conclusiones
Desde la mirada de la EPF, el desplazamiento de subjetividades en la cuenca del Valle del Huasco muestra cómo las mujeres que lideran espacios de defensa socioambiental reconfiguran sus identidades y subjetividades en respuesta al extractivismo minero-energético y sus consecuencias, como la masculinización de los espacios públicos y repatriarcalización de la economía. Un proceso que va más allá de la resistencia: desafía estructuras de poder y propone nuevas intersubjetividades que conectan la defensa del territorio con la autodefensa del cuerpo. Organizaciones como la colectiva feminista Resueltas del Valle encarnan esta lucha y demuestran que las mujeres no solo enfrentan los impactos de la minería, sino que encabezan cambios a favor de la justicia socioambiental y la autonomía de sus territorios, territorialidades, cuerpos y vidas.
Referencias
Aparicio, E., 2022. «El avance de las montañas tóxicas: cada 30 horas se depositan relaves en Chile equivalentes al cerro Santa Lucía». El Mostrador (3 de enero). Disponible en: https://www.elmostrador.cl/cultura/2022/01/03/el-avance-de-las-montanas-toxicas-cada-30-horas-se-depositan-relaves-en-chile-equivalentes-al-cerro-santa-lucia/, consultado el 14 de diciembre de 2024.
Bolados, P., 2016. «Conflictos socioambientales/territoriales y el surgimiento de identidades posneoliberales (Valparaíso, Chile)». Izquierdas, 31, pp. 102-129.
Fernández, J., 2021. «Dispersión geoquímica de metales pesados y su impacto en los suelos de la cuenca del río Mantaro, departamento de Junín, Perú». Revista del Instituto de Investigación de la Facultad de Minas, Metalurgia y Ciencias Geográficas, 24 (47), pp. 47-56. Disponible en: https://doi.org/10.15381/iigeo.v24i47.20643/, consultado el 14 de diciembre de 2024.
Gamero, M., 2022). «Salud mental y bienestar psicológico en trabajadores mineros. Una revisión sistemática». Psicología Unemi, 6 (11), pp. 192-207. Disponible en: https://doi.org/10.29076/issn.2602-8379vol6iss11.2022pp192-207p, consultado el 14 de diciembre de 2024.
Menéndez, J., y S. Muñoz, 2021. «Contaminación del agua y suelo por los relaves mineros». Paideia XXI, 11 (1), pp. 141-154. Disponible en: https://doi.org/10.31381/paideia.v11i1.3622, consultado el 14 de diciembre de 2024.
Ojeda-Pereira, I., H. Pezoa-Quevedo y F. Campos-Medina, 2023. «Mining Tailings Dumps and Socio-territorial Inequalities in Chile: An Exploratory Study». Journal of Maps, 19 (1). Disponible en: https://doi.org/10.1080/17445647.2023.2217514, consultado el 14 de diciembre de 2024.
Skoknic, F., 2011. «La ciudad de los relaves peligrosos». CIPER-Chile (23 de septiembre). Disponible en: https://www.ciperchile.cl/2011/09/23/la-ciudad-de-los-relaves-peligrosos/, consultado el 14 de diciembre de 2024.
Zhouri, A., y E. Munaier, 2024. «Las voces de las mujeres en el desastre de la Samarco: procesos de acuerpamiento y apoderamiento frente al neoextractivismo en Brasil». Vibrant, 21, e21601. Disponible en: https://doi.org/10.1590/1809-43412024v21d601, consultado el 14 de diciembre de 2024.
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[*] Doctorada en sociología en la línea de investigación de «Género, corporalidad, subjetividad, poder y desigualdad». Participante en el grupo de investigación «Estudios sociales y de género sobre la corporalidad, la subjetividad y el sufrimiento evitable» (LIS), Universitat Autònoma de Barcelona. E-mail: valeska.morales@autonoma.cat.
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