Gustavo Schiavinatto Vitti*

 

Resumen: Este artículo tiene como objetivo analizar la conformación del Movimiento por la Soberanía Popular en la Minería (Movimento por Soberania Popular na Mineração – MAM), creado en 2012, en la Amazonía brasileña. Este proceso ha ocurrido a partir de una historia de resistencia social en la región desde la década de 1980, debido a los impactos de la minería y su estructura de transporte. Desde su inicio, MAM ha intervenido en el debate sobre los minerales en todo Brasil, con frentes de acción en varios estados. El movimiento se propone discutir el proceso, la forma y el ritmo de la extracción de minerales en el país, problematizar los impactos causados ​​y reflexionar sobre las políticas públicas del sector. Además, busca garantizar las formas de resistencia de los pueblos y la soberanía popular en la minería.

Palabras clave: minería, movimiento social, extractivismo

 

Abstract: This article aims to analyze the conformation of the Movement for Popular Sovereignty in Mining (MAM), created in 2012, in the Brazilian Amazon. This process has occurred through a history of social resistance in the region since the 1980s, due to the impacts of mining and its transport structure. Since its inception, MAM has been acting against the debate on minerals throughout Brazil, with action fronts in several states. It is noteworthy that the movement aims to discuss the process, form and pace of mineral extraction in the country, problematizing the impacts caused and reflecting on the public policies of the sector. It also seeks to guarantee the forms of resistance of the peoples and popular sovereignty in mining.

Keywords: mining, social movement, extractivism

 

 

Introducción

Desde la década de 1980, el territorio latinoamericano ha experimentado una expansión de proyectos de extracción mineral. Ya sea por la apertura de nuevas minas o por la infraestructura logística para el transporte, innumerables poblaciones ven afectados sus territorios y medios de vida. En Brasil, los estados de Minas Gerais y Pará tienen las mayores inversiones en el sector, así como los principales conflictos derivados de los proyectos. Esta expansión de los proyectos ha incrementado la importancia del tema de la extracción mineral hasta convertirlo en un problema nacional. Un proceso que ha ganado aún más fuerza en los últimos años como resultado de los desastres causados por las rupturas de las presas de relaves mineros en Mariana (2015) y Brumadinho (2019). Es en este contexto de expansión de los proyectos extractivos que se entiende el surgimiento en 2013 del Movimiento por la Soberanía Popular en la Minería (MAM)[1], organización nacida en el norte de Brasil con la intención de fortalecer los espacios de discusión y resistencia al proyecto minero a nivel nacional. Antes de observar los objetivos y las formas de acción del movimiento, echemos un vistazo a la historia de resistencia social que antecede al MAM.

 

 

Experiencias de resistencia a la minería previas a constitución del MAM

Para entender las experiencias de resistencia que precedieron al movimiento debemos observar dónde surge el MAM y los procesos que desencadenan la resistencia en esta región. El movimiento nació en el estado de Pará, en la región conocida como Serra dos Carajás, una de las provincias mineras más grandes del mundo. En este territorio comenzó a operar el Projeto Ferro Carajás en 1985, dedicado a la exploración minera en el Bosque Nacional de Carajás. En el área del actual municipio de Parauapebas (PA), se construyó un ferrocarril de 892 kilómetros que atraviesa los estados de Pará y Maranhão para transportar el mineral. También se construyó un puerto en Itaqui, en São Luís do Maranhão. El proyecto está a cargo de la empresa brasileña Vale S. A. (antigua empresa estatal Companhia Vale do Rio Doce), que explora, además del mineral de hierro, varios depósitos de otros minerales en la región. Su instalación y su funcionamiento implicaron un conjunto de transformaciones en toda la región: ambientales, sociales, políticas, territoriales y económicas.

Imagen 1. Mina de hierro de Carajás en Parauapebas (PA), abierta en 1985. Fuente: Folha.

Con este proyecto, y con el proceso minero en Serra Pelada, comenzaron los conflictos relacionados con el sector minero en la región. Desde 1992 se llevó a cabo un proceso de organización de los grupos afectados en los dos estados a partir de lo que se llamó el Seminario de Consulta Carajás, que consistió en una serie de actividades en toda la región para preparar un encuentro internacional. El encuentro tuvo lugar en 1995 y reunió a una gran variedad de grupos afectados, universidades y grupos ambientalistas. Estas experiencias consolidaron la creación del Foro Carajás, que tuvo un papel importante en la región hasta 2010, principalmente en Maranhão, en temas como represas y energía, agricultura familiar, acero y grandes proyectos (Pastor, 2010). Durante este mismo período destacaron las actividades de asesoramiento a las comunidades de la región que llevó a cabo el Centro de Educación, Investigación y Asesoramiento Sindical y Popular (Centro de Educação, Pesquisa e Assessoria Sindical e Popular –  CEPASP) en Marabá (PA). Como reflejo de la actividad de este período, cabe señalar la Campanha Justiça nos Trilhos en Açailândia (MA),[2] en 2007, y la creación, en 2009, en el marco del Foro Social Mundial, en Belém (PA), de la Articulación Internacional de Personas Afectadas por Vale, para organizar la resistencia a la empresa minera brasileña.

 

La formación del Movimiento por la Soberanía Popular en la Minería

El año 2007 fue clave para la formación del MAM: el Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra (Movimento dos Trabalhadores Rurais Sem Terra – MST) organizó una manifestación y ocupó el ferrocarril en Parauapebas (PA) durante cuarenta días. Entonces se reanudó y se profundizó el debate sobre las determinaciones territoriales impuestas por el proyecto minero. Es importante tener en cuenta que este proceso fue el resultado de una intensificación de las acciones de la empresa minera Vale en la región. Para expandir su negocio en un escenario de altos precios de los minerales, implementó un conjunto de proyectos, incluida la expansión de Carajás y la duplicación del ferrocarril.

En este contexto, unos seis mil campesinos y campesinas ocuparon el ferrocarril en 2007, acción que fue el motor de las discusiones y las críticas al modelo de exploración mineral. A partir de ese momento, se profundizó el debate sobre los minerales hasta 2012, año en que se organizó en Parauapebas (PA) una reunión nacional con treinta y seis líderes de ocho estados brasileños. El proceso que culminó en esta reunión fue el que sentó las bases para la consolidación del MAM a nivel nacional (Zonta, 2013).[3]

En mayo de 2013, en una segunda reunión nacional en Brasilia con representación de diecisiete estados brasileños, se definió el nombre del Movimiento por la Soberanía Popular en la Minería. Este nombre fue el resultado de una serie de discusiones a lo largo de los años para constituir un movimiento que no solo representara a las poblaciones afectadas por la minería, sino a todo el pueblo brasileño, pues se entendía que este «debe tener control sobre la exploración y el destino de sus minerales» (Trocate et al., 2015: 107). Esta intención de carácter nacional está presente en los objetivos, las líneas políticas y los programas de acción del movimiento.

En el marco de este proceso de reanudación histórica de la resistencia social, se desarrolló el primer curso de capacitación para militantes del movimiento en 2014, en la Escuela Nacional Florestan Fernandes en São Paulo. Se trata de cursos de formación para capacitar a los militantes y líderes en los distintos aspectos del tema de los minerales en Brasil, así como para que estén en condiciones de realizar análisis coyunturales y trabajo de base con las poblaciones afectadas. Desde entonces, los cursos se hacen cada año e incluyen un período de prácticas en las áreas afectadas. Finalmente, en 2018 se celebró una reunión nacional con militantes, investigadores, líderes y poblaciones afectadas de aproximadamente setenta municipios mineros de Brasil, así como representantes de movimientos sociales de otros países. Esta reunión tuvo como objetivo consolidar el programa y los fundamentos políticos del movimiento, que ya se habían elaborado a lo largo de los años mediante reuniones de coordinación política del MAM. También buscó ampliar el alcance de la acción del movimiento, que se ha consolidado en varios estados brasileños, especialmente Pará, Minas Gerais, Goiás, Bahía, Ceará, Maranhão y Rio Grande do Sul, entre otros.

Imagen 2. Manifestación a la entrada de la mina de Vale en Carajás, durante la reunión nacional del MAM en 2018. Fuente: MAM.

Principales objetivos y desafíos del movimiento

 

En primer lugar, el objetivo principal del MAM es promover la movilización contra el modelo minero actual, que solo beneficia al capital a través de la acción de las compañías mineras. En este sentido,  como señala el movimiento mismo (Trocate et al., 2015), busca defender los derechos de las poblaciones afectadas por toda la cadena de procesamiento y transporte de minerales y construir un nuevo modelo para el uso de los bienes minerales. Estos objetivos se desarrollan en varios frentes y bajo varias banderas de lucha, que incluyen, entre otras medidas, garantizar el derecho de las poblaciones sobre sus territorios —incluida la construcción de áreas libres de minería—, cambiar los criterios impositivos y de aplicación de impuestos a la actividad minera y acabar con la explotación minera por capital extranjero.

Para lograr estos objetivos, el movimiento tiene varias estrategias y tácticas de acción a diferentes niveles: local, regional, nacional e internacional. En el ámbito local, busca crear y fortalecer comités de grupos afectados en espacios de discusión, articulación, representación y presión en diversos contextos, para promover procesos de formación y construcción de identidad. Estos procesos provienen del trabajo en las bases y de las formas populares de comunicación. En el ámbito regional, busca unir a los grupos afectados y sus experiencias para definir estrategias de actuación frente a las diversas empresas y proyectos presentes en el territorio y las agencias públicas competentes. A nivel nacional e internacional, el movimiento se ha articulado con varias otras organizaciones, y ha actuado en diferentes frentes, principalmente en asuntos relacionados con la legislación del sector, ya sea en los debate sobre el nuevo código minero, los impuestos o la minería en tierras indígenas.

Imagen 3. Manifestación en las calles de Parauapebas (PA) para crear conciencia sobre los problemas mineros durante la reunión nacional del MAM de 2018. Fuente: MAM.

El MAM, como se señala en sus documentos (Trocate et al., 2015), es un movimiento en formación, es decir, que se ha conformado como resultado de muchas articulaciones y experiencias en torno al tema minero. Por lo tanto, su construcción como movimiento nacional presenta varios desafíos, como ampliar el debate sobre los minerales, a menudo alejado de la realidad de las personas no directamente implicadas, y construir mecanismos de defensa para las poblaciones afectadas o que viven en áreas de interés minero.

Su papel como movimiento social nacional se ha vuelto cada vez más necesario en el contexto brasileño actual. Sobre todo tras la ruptura de dos presas de relaves mineros que causaron daños socioambientales a varias poblaciones. El MAM ha desempeñado un papel importante al contribuir en las discusiones sobre los dos desastres ambientales y fortalecer a las comunidades afectadas, además de articular y difundir las discusiones a nivel nacional.

 

Referencias

Pastor, M., 2010. «Contrário me dê licença pra contar essa história». Mineração na Amazônia: Estado, Empresa e Movimentos Sociais, São Luís, Fórum Carajás.

Trocate, C., M. Zanom y J. Vieira, 2015. Elementos constitutivos do MAM – Movimento pela Soberania Popular na Mineração. Marabá, iGuana.

Zonta, M., 2013. «A luta dos atingidos por mineração». Brasil de Fato (5 de noviembre).

* Instituto de Investigación y Planificación Urbana y Regional, IPPUR/UFRJ. E-mail: gustavosvitti@gmail.com.

[1]. Para obtener más información, visite el sitio web del Movimiento http://mamnacional.org.br/.

[2]. Justiça nos Trilhos es una organización con presencia de misioneros combonianos que trabajan en Maranhão, especialmente con aquellos grupos afectados por el ferrocarril y las acerías.

[3]. También fue notable la creación del Comité Nacional para la Defensa de los Territorios contra la Minería, en 2013, en Brasilia, con la participación de comunidades quilombolas, movimientos sociales y ONG; comprende más de treinta organizaciones de dieciséis estados brasileños.

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