Nabin Ananda Sen*

 

En 2006, India celebra 15 años de reformas económicas y diez años como miembro de la OMC. Todo este período se caracterizó por un rápido proceso de liberalización, privatizaciones y globalización.

En el ínterin, India ha pasado a ser uno de los principales mercados para los países industrializados avanzados del mundo, ya sea como proveedora de materias primas y capital intelectual o como compradora de productos industriales. Los sucesivos gobiernos del país y las grandes empresas indias se han convertido en socios serviciales en el proceso globalizador.

Algunos indicadores macroeconómicos como el PIB, el volumen comercial, las inversiones extranjeras directas (FDI), etc. han registrado un marcado incremento durante la última década. Pero los problemas de pobreza y desigualdades también se han multiplicado. El nuevo «paradigma de crecimiento» se ha caracterizado por precipitados y drásticos cambios estructurales para satisfacer las demandas del mercado globalizado. Un prerrequisito para este tipo de crecimiento ha sido la construcción de gigantescas infraestructuras.

India ya viene poniendo en ejecución diversos proyectos de infraestructuras sumamente controvertidos. Entre éstos, podemos citar el Proyecto del Cuadrilátero Dorado (para conectar a este vasto país mediante autopistas de varios carriles), el Proyecto para Conectar Ríos (para controlar inundaciones y sequías), embalses gigantescos, enormes proyectos de minería y SEZ (Zonas Económicas Especiales) por todo el país, para atraer a las grandes empresas de todo el mundo mediante todo tipo de exenciones sobre la legislación nacional, para que establezcan sus fábricas y empresas de servicios.

Todas estas actividades tienen sus devastadoras consecuencias sociales y ecológicas, y en la mayoría de los casos han tenido que hacer frente a la resistencia popular. El caso de la presa de Tehri es un claro ejemplo del escenario de «Desarrollo-Desplazamientos-Destrucción» que caracteriza a la India actual.

LA PRESA DE TEHRI

India ya posee 1500 embalses en su extensa red fluvial. Pero dos megapresas sobre dos de los ríos más importantes del país, el Ganges y el Narmada, han provocado los mayores y más duraderos movimientos populares de resistencia de las pasadas dos décadas. El Narmada Bachao Andolan (Movimiento para Salvar el Narmada) contra la presa Sardar Sarovar ha atraído especialmente la atención nacional e internacional.(1)

La presa de Tehri sobre el río Bhagirathi, el principal tributario del Ganges, también ha generado agitación y protestas generalizadas en toda India durante más de veinticinco años. Es la quinta presa más alta del mundo, con una altura de 260,5 metros, su (cresta) tiene 575 metros de longitud y el ancho del lecho del río es de 1125 metros.

Iniciada en 1978 y construida con el asesoramiento y una ayuda soviética de cerca de 416 millones de dólares, el Proyecto de Desarrollo de Tehri adquirió los equipos generadores de energía a la empresa alemana Voith Siemens Hydro.

El proyecto hidroeléctrico de 2400 megawatts, construido con la intención de cubrir las cada vez mayores demandas energéticas y de agua potable de tres estados, Delhi, Uttar Pradesh y Uttaranchal, ya ha sumergido a 113 aldeas además de la antigua ciudad de Tehri (a 200 kilómetros al noreste de la capital india, Delhi) y un área total de 5.200 hectáreas. La cifra total de damnificados se estima en más de cien mil. Menos de la mitad de las familias afectadas han sido reasentadas. Científicos y ecologistas de todo el país han protestado con vehemencia porque la presa está ubicada en la activa zona sísmica del Himalaya central, muy propensa a los deslizamientos de tierras y con más de una docena de grandes terremotos registrados en los últimos dos siglos. La presa se alza a menos de 50 kilómetros del epicentro del devastador terremoto de Uttarkashi, en 1991. Si la presa se colapsase debido a los deslizamientos del terreno, varias ciudades río abajo con una población sumada de más de medio millón de personas podrían ser barridas en cuestión de horas. Por otra parte, los ecologistas temen que el embalse provoque la desaparición de al menos una docena de especies raras y en riesgo de extinción que hasta hoy enriquecen la biodiversidad del Himalaya.

El proyecto de la presa de Tehri es merecedor de todos los cargos concebibles: planificación poco científica, ausencia de consulta a los afectados, informes de seguridad de las obras y de impacto ambiental realizados por las mismas empresas promotoras del proyecto (en lugar de una agencia independiente), un coste del proyecto treinta veces mayor que el presupuestado inicialmente, falta de apoyo local, mínimos beneficios para los lugareños, desplazamientos en gran escala y pérdida del sustento familiar y temor ante posibles desastres ambientales gigantescos.

Desde sus inicios, el proyecto de la presa de Tehri ha generado resistencias populares. Poco después de comenzar las obras se constituyó un «Comité de oposición a la presa de Terhi» (TBVSS, en lengua local), que en varias ocasiones forzó a las autoridades a revisar el proyecto. La Organización Popular Matu también ha sido muy activa a la hora de movilizar multitudes para protestar contra la presa. Además, han recibido la solidaridad de otras importantes organizaciones como la Alianza Nacional de Movimientos Populares, la Unión Popular por las Libertades Civiles, la Fundación de Investigaciones Científicas, Tecnológicas y Ecológicas, el Centro para la Ciencia y el Medio Ambiente, etc. Generalmente sus actividades han sido no violentas, incluyendo ocupaciones, procesiones, encuentros y huelgas de hambre. También ha habido pleitos en defensa del interés público. Debido a todas esas presiones, a comienzos de los años ochenta el proyecto fue abandonado. Pero unos años después las autoridades decidieron retomarlo. El movimiento continúa activo.

Si el proyecto de Terhi ha provocado alarma en el Himalaya central, no deja de ser motivo de gran preocupación la reciente aprobación por el gobierno central de 89 proyectos de grandes presas en Arunachal Pradesh, en las laderas del Himalaya oriental; una región internacionalmente reconocida por su riqueza en biodiversidad. Este pintoresco estado montañoso del nordeste de India, hogar de 7.000 pobladores autóctonos pobres, es considerado como la «central eléctrica» del país, con capacidad para producir 49.126 Mw de energía hidroeléctrica. Situados en la zona sísmica del frágil ecosistema del Himalaya, esos embalses sumergirán numerosas aldeas, bosques ricos en biodiversidad y tierras cultivables, además de acabar con la cultura y el tradicional modo de vida de los pobladores autóctonos. Las autoridades del estado sueñan con ganar «hidro-dólares» por la venta de electricidad de algunos de los más poderosos grupos empresariales indios, como J.P. Associates, Reliance Energy Ltd. y D.S. Communications.

Los pobladores se están organizando y constituyendo entidades como el Movimiento para la Salvaguarda del Valle de Siang (SVBA-Siang Valley Bachao Andolan), Derechos de los Ciudadanos de Arunachal (ACR), Pueblos Desplazados por las Presas (PAF), Personas Probablemente Afectadas por los Proyectos (PPAP), además de recibir la solidaridad de organizaciones de la sociedad civil ya existentes.

Terhi, Narmada o la cadena de presas en Arunachal Pradesh no son los únicos ejemplos de planes gubernamentales insensatos, de acuerdo a su «paradigma de crecimiento acelerado» y que ignoran completamente los costes sociales y ambientales. Es más, cuando los grandes embalses están siendo cuestionados en todo el mundo y descartados en los paí- ses «desarrollados» del Norte, se está intentando llenar de presas a la India con la asistencia tecnológica del Norte. Pero el resentimiento y la resistencia populares están creciendo y fortaleciéndose día a día.

«La presa de Terhi se ha construido con nuestras lágrimas» afirmaba Sunderlal Bahuguna, un octogenario activista contra los grandes embalses. Uno de estos días las lágrimas pueden encender el fuego de la resistencia.

REFERENCIAS

Centre for Science and Environment (1982), First Citizens’ Report, Nueva Delhi.

Frontline (2003), Vol. 20, Issue 20, septiembre 27–octubre 10 (http://frontlineonnet.com).

India eNews.com (http://indiaenews.com).

India Together (2006), 18 de agosto (http://www.indiatogether.org).

IRN Fact Sheet (2002), octubre.

Society for Participatory Research in Asia (1988), Peoples and Dams, Nueva Delhi.

The Hindu Survey of Environment (2006), Nueva Delhi.

VANDANA SHIVA y KUNWAR JALEES (2006), Roti, Kapda aur Makan, Nueva Delhi.

— (2003), Ganga: Common Heritage or Corporate Commodity?, Nueva Delhi

* Traducción al castellano de Ángelo Ponciano.

1 Ver «Testimonio de la épica lucha por el Narmada» en esta misma revista.

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