Avi Blau*

 

CUÁL ES EL PROBLEMA

En los últimos años se han dado episodios de mortalidad y morbilidad asociados a fenómenos de contaminación ambiental. No obstante, ni estos incidentes, ni aún menos los efectos de las exposiciones crónicas (exposiciones a contaminantes de larga duración a dosis bajas), han conseguido atraer la atención pública.

Los casos más preocupantes son la existencia de clusters de morbilidad cerca de industrias contaminantes. Los datos son muy escasos, pero existen indicios de niveles de cáncer más altos en el norte de Israel, así como niveles superiores de mortalidad asociada a enfermedades cardiovasculares Ginsberg et al., 2003), especialmente en la zona de Haifa (la tercera ciudad más importante de Israel, donde están ubicadas varias instalaciones industriales relacionadas con la energía). Los habitantes del norte de Israel tienen uno de los niveles más altos del mundo de Linfoma No Hodgkin (NHL)(1) —una enfermedad que ha sido asociada a la contaminación ambiental. En el sur, un estudio del Ministerio de Salud ha encontrado una morbilidad alta en los habitantes cercanos a la instalación de tratamiento de residuos peligrosos de Ramat Hovav.(2)

El hecho de que tanto los medios de comunicación como el público general respondan pasivamente a esta problemática se puede asociar a diversos factores, uno de los cuales es la falta de involucración por parte de las asociaciones médicas israelíes, especialmente si comparamos su comportamiento con otras organizaciones equivalentes en el exterior(3). Aún así existen indicios de cambio. Por ejemplo, se ha iniciado un proceso, impulsado por varios médicos con experiencia y expertos ambientales, apoyados por una compañía de seguros, para estudiar las relaciones entre los niveles sanguíneos de ciertos contaminantes y el incremento en la incidencia de diabetes.

LA FUNCIÓN DE LOS ACTORES CLAVES EN LA SALUD AMBIENTAL

El apoyo a la salud ambiental necesita un marco de cooperación entre numerosos actores. A pesar de que esta temática está incrementando su importancia, aún se encuentra ante numerosas barreras.

Por una parte los movimientos de base no disponen de una coordinación a escala nacional y carecen de estrategia a largo plazo. Permanentemente necesitan datos, conocimientos profesionales y apoyo para la formulación de propuestas alternativas para conseguir una sociedad industrial más sana en Israel.

En el gobierno no existe ningún departamento ni en el Ministerio del Medio Ambiente ni en el Ministerio de Salud relacionado con la Salud Ambiental. Recientemente el Ministerio de Salud ha realizado los primeros pasos en esta temática y ha formado un comité de salud ambiental, como parte de una iniciativa más amplia para incrementar la atención y los esfuerzos hacia una orientación más preventiva del sistema médico. Si bien se trata de una medida positiva, no se puede considerar suficiente.

En el ámbito académico no se ofrece suficiente formación en medicina ambiental, epidemiología ambiental o en factores ambientales generadores de enfermedades, además no hay prácticamente candidatos para realizar doctorados en este ámbito de trabajo. Se están dando los primeros pasos para corregir este aspecto, principalmente apoyados por filántropos privados, pero no se prevé un cambio significativo en los próximos años.

Por otro lado, el sector de la salud en general todavía no reconoce que los aspectos ambientales son parte de sus responsabilidades (o intereses). Existen algunas iniciativas individuales por parte de algunos médicos que desean que se desarrolle una medicina ambiental, pero su voz apenas se escucha.

Actualmente el Heschel center for environmental learning and leadership (una ONG) está llevando a cabo un proyecto trans-sectorial para construir puentes entre las comunidades ambientalistas y de la salud, para combinar ambas agendas y crear un marco de interés común. Con esta iniciativa, el centro Heschel se integra en una red mundial de entidades focalizadas en la salud ambiental, que tienen como pilares centrales la iniciativa Collaborative on Health and the Environment(4) (CHE), de Estados Unidos, y la Alianza para la Salud y el Medio Ambiente(5) (HEAL) Europea.

ALGUNOS DE LOS OBJETIVOS A CORTO Y LARGO PLAZO

A corto plazo, es necesario establecer un mayor nivel de confianza entre los diversos actores implicados, así como debe crearse una estructura para el intercambio de ideas y la discusión de propuestas. Para ello parece necesario realizar encuentros en los que participen conjuntamente empresas, ONG, servicios de salud, especialistas ambientales y grupos interesados en salud.

A largo plazo los principales actores deben unirse para establecer una visión común sobre cómo puede ser una sociedad más saludable. En general, la capacidad de algunas agencias gubernamentales para monitorear, hacer cumplir y establecer estándares dinámicos y adaptados a los desarrollos globales, debe mejorar incrementando la presión pública y mejorando el conocimiento profesional entre los gerentes de nivel medio-alto de las principales agencias implicadas. Se debe incorporar a esta discusión a la industria y el sector de la salud, para lo que se requiere un importante viraje en su actual perspectiva.

Con el fin de conseguir nuevos objetivos y crear nuevos espacios de el debate público, está claro que los activistas de Salud Ambiental deben ampliar el debate no solo a los «grupos ambientalistas» sino también a otros grupos de interés. Algunos ejemplos pueden ser: grupos de afectados por enfermedades relacionadas con las condiciones ambientales, sindicatos (relacionando la temática con la salud laboral), grupos relacionados con la movilidad (por ejemplo trabajando juntos para reducir el uso de automóviles), con la seguridad infantil (para introducir elementos legislativos para proteger a los niños de los productos químicos peligrosos), y proveedores de salud y compañías aseguradoras (principalmente, aunque no exclusivamente, compañías aseguradoras sanitarias).

REFERENCIAS

GINSBERG G.M., et al (2003), Standardized mortality ratios by regions of residence, Israel, 1987-1994: A tool for public health policy. Public Health Rev, 111-131.

* The Heschel Center for Environmental Learning and Leadership (avi@heschel.org.il)

1 Los niveles de incidencia estandarizada (ASIR) de NHL en la región de Haifa para el período 1998-99 fueron de 21,48 para hombres y 17,67 para mujeres. En algunas ciudades de la región, como por ejemplo Nesher, el ASIR es mucho mayor que la media regional – 38,1 y 19,05 para hombres y mujeres respectivamente (Israel Cancer Registry Report on Geographical Mapping of Malignant Diseases in Israel. 2001; (en hebreo) http://www.health.gov.il/Download/pages/Mipui-V6-2.pdf), mientras que el ASIR más alto a escala regional en el mundo (en América del Norte) en el año 2000 fue 16 para hombres y 10.8 para mujeres (Canadian Cancer Society, véase http://129.33.170.32/ccs/internet/standard/ 0,3182,3172_367655_194217223_langId-en,00.html#fig10.7). Como se puede observar obviamente la diferencia es clara y preocupante.

2 Véase el anuncio ministerial (en hebreo): http://www.health.gov.il/ news/news.asp?ID=231

3 Véase por ejemplo la declaración de profesionales de la salud referente a la contaminación atmosférica y enfermedades cardiovasculares publicada en un seminario de la Asociación Americana de Salud a finales del año 2004 (Brook et al. 2004. Circulation. Vol. 109:2655-2671) en la que se afirmaba, entre otros aspectos, que: «los estudios epidemiológicos muestran un incremento en el riesgo de fenómenos cardiovasculares en relación a la exposición, tanto de corto como de largo plazo, a los niveles de concentración actuales de partículas en suspensión», o a la revisión de publicaciones de la Academia de Pediatría Americana, en la que se afirmaba «la contaminación del aire en la actualidad está reconocida como un problema importante…Nuestro conocimiento científico […] ha aumentado, y numerosos estudios están encontrando efectos sobre la salud en niveles de contaminación que en su momento se consideraron seguros. «(Kim et al. 2004. Pediatrics. Vol. 114(6):1699-1707).

4 http://www.healthandenvironment.org

5 http://www.env-health.org

Descargar artículo

La revista Ecología Política se publica gracias al apoyo de sus suscriptores/as. Este es un proyecto sin ánimo de lucro por lo que todos los recursos donados se dedicarán exclusivamente a realizar y mejorar la revista Ecología Política. Puede adquirir la versión en papel de la revista así como suscribirse a ella y contribuir a su creación y difusión.

Compra la revista Suscríbete  Suscríbete al newsletter 

Pasado un año desde su publicación, los contenidos pasan a ser de libre acceso. Puede consultar este contenido de forma gratuita y descargar el pdf.

Descargar artículo

Leave a Reply