Josep Maria Antentas y Esther Vivas*

 

Resumen: En enero de 2011, el Foro Social Mundial (FSM) volvió a África, celebrándose en Dakar. Con la muy institucionalizada edición de Nairobi como precedente, el FSM en Dakar transcurrió en pleno ascenso de las revoluciones en el mundo árabe y presentó un perfil bastante orientado a la movilización, si bien la pérdida de centralidad y visibilidad del FSM hace que los debates y acuerdos en el mismo tengan relativa poca incidencia.

Diez años después de la primera edición del Foro Social Mundial (FSM) en Porto Alegre, en enero de 2001, éste volvía por segunda vez a África, después de la cita de Nairobi en 2007. El FSM en Dakar llegó en un contexto internacional marcado por el agravamiento de los efectos de la crisis y la debilidad de las resistencias sociales, en particular en la Unión Europea, y, al mismo tiempo, por los inesperados acontecimientos en el Magreb y el mundo árabe que sacudían también los países subsaharianos.

El Foro de Dakar, y todo su proceso preparatorio, estuvo condicionado también por el precedente del de Nairobi, cuyo perfil generó en su día una gran oleada de críticas justificadas por su carácter elitista, institucional y mercantilizado, con precios prohibitivos de las entradas al evento, la comida y un impresensable acuerdo entre los organizadores y la multinacional telefónica Celtel, que actúo como patrocinadora del evento, y Kenya Airways, conocida por sus prácticas antisindicales (Antentas, 2008a). Detrás de estos problemas estaba el peculiar carácter del proceso del Foro Social Mundial en África que desde el comienzo tuvo una dinámica de «arriba abajo», marcada por el peso de las grandes ONG institucionalizadas, en particular Environnement et Dévéloppement du Tiers-Monde (ENDA) y otras ONG ligadas a las agencias de cooperación del mundo francófono. Así, el peso de los movimientos sociales populares fue muy periférico en las distintas ediciones del Foro Social Africano (FSA) celebradas desde 2003 en adelante. A pesar de que el Foro Social Mundial Policéntrico en enero de 2006 en Mali (Bamako) tuvo un balance mucho más positivo que los tres FSA realizados anteriormente, la dinámica del proceso del Foro en el continente siguió bajo una impronta institucional desconectada de los movimientos más combativos (Antentas, 2008b). Esta situación desembocó en un Foro como el de Nairobi, cuyas fuertes críticas al mismo, comportaron la adopción de importantes medidas y precauciones por parte del Consejo Internacional del Foro para evitar su repetición en Dakar.

EL FORO

Unas 75 mil personas participaron, del 6 al 11 de febrero, en el Foro de Dakar. A más de cincuenta años de la descolonización del continente, Dakar quiso ser un homenaje a aquellos que ayer lucharon contra el colonialismo y reafirmarse en su combate contra las políticas neoliberales y neocoloniales, así como reflexionar sobre los procesos migratorios, de África al mundo, y su diáspora. La primera jornada del Foro estuvo dedicada especialmente a estas cuestiones, y los días previos se realizó en la isla de Gorée, des donde partieron millones de esclavos hacia América Latina, una asamblea internacional de migrantes que culminó con la elaboración de una Carta Mundial de Migrantes, con el lema de ‘Una carta por un mundo sin muros’. Concluía así un proceso iniciado en el año 2006 que tenía como objetivo reivindicar el derecho universal a circular, vivir y trabajar libremente en cualquier lugar del planeta.

Junto con las grandes conferencias y los pequeños talleres de debate el Foro estuvo poblado también por manifestaciones y protestas improvisadas que recorrieron el campus de la Universidad Cheikh Antha Diop. Uno de los espacios que mejor funcionaron con actividades propias, comedores populares y gran afluencia de público fue la llamada «aldea de los movimientos sociales» con carpas de mujeres, campesinos, habitantes, productores, migrantes…

La presencia de organizaciones y colectivos del África del Oeste fue relevante. Una caravana de movimientos sociales recorrió días antes del FSM varios países de la región, desde Benín, pasando por Togo, Burkina Faso, Malí, hasta llegar a Senegal, un total de 3377 kilómetros, dando a conocer el Foro Social Mundial y animando a la participación al mismo. CADTM-África, No Vox y varios ATTAC africanos, entre otros, dinamizaron la marcha. La caravana tuvo su última parada en Kaolack, donde llegaron 450 participantes, y donde se celebró, con el apoyo de grupos de mujeres de toda la región, un encuentro feminista e internacionalista.

El Foro estuvo lastrado por varios problemas organizativos. La primera jornada se vio envuelta en un kaos considerable, pues las actividades previstas no contaban con aulas asignadas y se desconocía dónde se organizaban las mismas, problema que prosiguió, aunque en menor medida, durante todo el evento, marcado además por la falta de un programa fácilmente accesible con las actividades diarias. El precio de la comida, muy superior a los estándares locales, y que despertó fuertes críticas, sobre todo, entre los participantes africanos. Aunque, afortunadamente, el Foro fue muy distinto a Nairobi y los escandalosos procesos de mercantilización del evento no se repitieron.

Según explicaron los organizadores, el kaos inicial se debió a que el Gobierno sustituyó al rector con el que se habían establecido los acuerdos de cesión de aulas y el nuevo no los respetó. Hubo que alquilar nuevos espacios en la ciudad y ocupar carpas o salas vacías en la universidad. De este modo, el FSM se llevó a cabo en una universidad repleta de estudiantes que inicialmente miraban con recelo a los altermundialistas ya que nadie les había informado del encuentro, aunque al final varios de ellos se sumaron al Foro, incluyendo el movimiento de los estudiantes «no orientados» (estudiantes pobres que aún habiendo superado la prueba de entrada son rechazados por la universidad).

En el terreno político el aspecto más débil fue la poca centralidad de las revoluciones del mundo árabe en el programa. Iniciadas poco antes del Foro, no hubo los reflejos necesarios para darles el peso que se merecían, si bien de forma transversal estuvieron presentes en el conjunto de las actividades de un Foro que vivió pendiente de la caída o no de Mubarak durante todas sus jornadas.

Otro aspecto a remarcar es el boicot sistemático a las actividades del pueblo saharaui realizado por una parte de la delegación marroquí integrada, como denunciaron miembros del CADTM y de ATTAC Marruecos, por personas que no tenían nada que ver con colectivos y movimientos sociales. Varios asistentes al FSM denunciaron los hechos y organizaron una manifestación improvisada en el campus de la universidad. (smallhandsbigart.com) Frente a estos sucesos, un posicionamiento rotundo del Comité Organizador del FSM hubiese sido más que necesario.

LA ASAMBLEA DE MOVIMIENTOS SOCIALES

La tradicional Asamblea de Movimientos Sociales, con más de 3000 participantes, fue uno de los momentos cumbres del Foro. La declaración aprobada, de perfil anticapitalista y militante siguiendo la estela de Belem en 2009, afirmaba claramente que «el capitalismo destruye la vida cotidiana de los pueblos. Pero, cada día nacen numerosas luchas por la justicia social, para eliminar los estragos del colonialismo y para que todas y todos tengamos una vida digna», y fijaba como fechas centrales de movilización, el 20 de marzo, como jornada internacional en solidaridad con las revoluciones en el mundo árabe, y el 12 de octubre, como día de acción global contra el capitalismo.

Antes de la propia asamblea final, en las dos últimas jornadas tuvieron lugar un total de 38 asambleas de convergencia, entre ellas la que bajo el nombre ‘Mapa de luchas: de COP 17 a Río +20′ tenía por objetivo fijar una hoja de ruta de la cumbre del clima COP17 en Durban a finales de 2011 a la cumbre de Río +20 a mediados de 2012, convocando, antes o entre ambas fechas y con el objetivo de movilizar, a una 2a Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra, como continuación de la que tuvo lugar en Cochabamba, y a un Foro Social Mundial Temático en Brasil en enero de 2012.

LOS RETOS Y LAS PERSPECTIVAS

El Foro Social Mundial cumplió con el objetivo de mostrarse como un escaparate de las alternativas, un punto de encuentro de una gran diversidad política y temática de colectivos mayoritariamente africanos y muchos europeos. Su perfil general estuvo orientado a la acción y más o menos en sintonía con las grandes cuestiones del momento. Sin embargo, en un escenario caracterizado por el descenso de las protestas altermundialistas internacionales, con la excepción de las movilizaciones por la justicia climática, es evidente que el Foro dejó hace tiempo de ocupar la centralidad de sus primeras ediciones, que el interés por él decayó ostensiblemente y que su relación directa con las luchas sociales se debilitó (Vivas, 2011).

Los principales problemas del Foro de Dakar no tuvieron tanto que ver con el evento en sí mismo sino más bien con su pérdida de utilidad concreta y de su condición de referente real de las resistencias al capitalismo global. Prueba de ello es la debilidad de la jornada del 20 de marzo y la previsible debilidad de la del 12 de octubre, fijadas en la Asamblea de movimientos.

El debilitamiento del Foro como referencia, aunque a pesar de todo sigue siendo de largo el más amplio marco de convergencia internacional existente, muestra los límites de las herramientas construidas en la etapa ascendente del movimiento altermundialista tras Seattle para satisfacer las necesidades de las luchas en la actualidad.

Es por ello que, junto con la participación en el proceso del Foro y los esfuerzos para mantenerlo ligado a las luchas presentes y evitar su institucionalización, construir en paralelo nuevos espacios e instrumentos para facilitar la convergencia de los movimientos sociales es el gran reto del periodo en el que estamos.

BIBLIOGRAFÍA

ANTENTAS, J.M. (2008a), «FSM (2001-2007): un balance general» en AAVV. El Futuro del Foro Social Mundial. Barcelona: Icaria. 7-32.

— (2008b), «El proceso del FSM en África: una dinámica de arriba a abajo» en AAVV. El Futuro del Foro Social Mundial. Barcelona: Icaria. 55-64,

VIVAS, E. (2011), «Foro Social Mundial después de Dakar: entre la necesidad y la realidad» disponible en: http:// www.vientosur.info/articulosweb/noticia/index.php?x=3613

* Jose Maria Antentas, Prof. del Departamento de Sociología de la UAB y miembro del Centre d’Estudis Sociològics sobre la Vida Quotidiana i el Treball (QUIT) y de la revista Viento Sur (www.vientosur.info) (josep maria.antentas@uab.cat); Esther Vivas, miembro del Centre d’Estudis sobre Moviments Socials (CEMS) de la UPF y de la redacción de la revista Viento Sur (www.vientosur.info) (esther.vivas@pangea.org). Blog: http://esthervivas.wordpress.com

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