Tom Kucharz*

 

En ninguna otra región del mundo es tan patente el despropósito del actual modelo de producción de agrocarburantes y agrocombustibles (1) como en Asia, particularmente en Indonesia y Malasia.

La foto satelital (http://earthobservatory.nasa.gov) del pasado 23 de septiembre capta la gigante capa de humo de cientos de incendios forestales en la isla de Sumatra (Indonesia)(2) y no deja lugar a dudas sobre la gravedad de la situación que grupos ecologistas, indígenas, campesinos y científicos han denunciado durante muchos años. La mayoría de estos incendios han sido provocados por empresas para «limpiar» los bosques y reemplazarlos con plantaciones agroindustriales de monocultivos como la palma aceitera.(3) En los últimos 50 años, más de 74 millones de hectáreas de bosques han sido destruidos (talados, quemados, degradados, convertidos en pulpa de celulosa para producir papel) y sus «productos» han sido transportados hacía el mundo entero. Numerosas organizaciones han documentado como las plantaciones de palma de aceite han sido una de las causas más importantes de la deforestación en zonas tropicales y de la generación de conflictos sociales en Asia.(4) Millones de personas están perdiendo su subsistencia porque sus tierras están siendo convertidas en plantaciones para agroenergía.

La fiebre de los agrocombustibles no se ha limitado a Indonesia y Malasia (quizás los dos casos más conocidos en Asia), se ha contagiado a toda la región. En China, la Comisión Nacional para la Reforma del Desarrollo Nacional fijaba un objetivo del 15% para 2020. Sin embargo, esta propuesta ha sido paralizada en el Consejo de Estado, preocupado por la subida de precios de los alimentos (que aumentaron en un 17,9% desde comienzos de año hasta octubre de 2007) y la creciente utilización de maíz para etanol. China importa grandes cantidades de aceite de palma, soja y cereales.

Burma pretende cultivar 8 millones de acres5 de jatropha, igual que India, que espera plantar 33,5 millones de acres en 2012.(6) El Ministerio de Desarrollo Rural de India propone de gastar 252 millones de euros en los próximos cinco años para investigar la viabilidad de jatropha como material para combustibles. India trata de asegurar el 20% de sus demandas de diésel con agrocarburantes en 2012. También en Filipinas el tema atrae mucha atención. El nuevo «bio-fuel Act» de enero de 2007 fija un objetivo de un 1% de biodiésel. En el país se produce mucho aceite de coco y caña de azúcar. Algunos datos hablan de exportar agrocombustible a Alemania y Japón. Proyectos que cuentan con la financiación de la EC ASEAN Energy Facility (EAEF), un programa de la Comisión Europea para fomentar la producción de agroenergía en los países ASEAN.7 Los gobernantes de los países ASEAN asumieron una propuesta de Filipinas de armonizar los estándares para agrocarburantes. En Tailandia las áreas proyectadas para producir aceite de palma aumentarán en un 50% hasta 2009 para responder a la creciente demanda de agrocombustibles. Para ello se ha creado una alianza entre el Ministerio de Energía y el Bank for Agriculture and Agricultural Co-operatives (BAAC). Actualmente sólo 100.000 litros de la producción diaria de 1,1 millones de litros son convertidos en diésel. El ministerio espera incrementar la producción para cubrir el 10% de la demanda total de diésel en el país.

El mal llamado biodiésel y el cultivo de plantas energéticas se han convertido en muchos países asiáticos en un componente importante de su planificación energética. Y se puede decir que el empujón de producir agrocombustibles en Asia está relacionado con la promesa de poder enviar grandes embarcaciones con rumbo a Europa. Con el auspicio de la FAO, se reunieron en Bangok recientemente los seis países llamados El Gran Mekong (Camboya, China, Laos, Myanmar, Tailandia y Vietnam) para lanzar una iniciativa de agrocarburantes, lo que podría cambiar dramáticamente la geografía del mundo rural.

El Banco Asiático de Desarrollo, la propia FAO, el International Fund for Agricultural Development (IFAD) y numerosas agencias estatales de cooperación comprometieron importantes ayudas técnicas y financieras para asegurar una alianza público-privada. «El creciente interés mundial en biocarburantes puede ser descrito como la fiebre de oro del siglo 21», dijo Hiroyuki Konuma, el director regional de la FAO para Asia y el Pacifico.

Una alianza de las ONGs ambientalistas y de desarrollo más grandes del mundo han publicado recién el informe «Up in Smoke? Asia and the Pacific: the threat from climate change to human development and the environment»,(8) en el que concluyen el trabajo de cuatro años sobre las últimas experiencias de comunidades en Asia frente a los peligros del Cambio Climático, y dicen, por ejemplo, que la supuesta panacea de los agrocarburantes como respuesta a la dependencia de los combustibles fósiles puede convertirse rápidamente en una fiebre por el «oro falso» en toda Asia porque los impactos sociales y ambientales pesan más que cualquier beneficio. En este contexto no se debe olvidar que Asia alberga el 60% de la población mundial que sufrirá las consecuencias del calentamiento global.

CONCLUSIONES

Con la destrucción de bosques tropicales se emite entre dos y hasta nueve veces más CO2 que la agroenergía, cultivada en la misma cantidad de suelo, sería capaz de ahorrar. Es más, con las tecnologías actuales se tardaría entre 60 y hasta 270 años para plantar los cultivos energéticos necesarios para absorber las cantidades de CO2 emitidos por la «limpieza» de los bosques y la destrucción de turberas. Si la destrucción de bosques supone una quinta parte de todas las emisiones de gases invernadero, frenar inmediatamente todo proceso de deforestación sería la manera más rápida y eficaz para reducir estas emisiones. Ello implicaría que movimientos sociales y ONGs pusieran en marcha campañas y movilizaciones para impedir la importación de aceite de palma (y cualquier otro insumo para agrocarburantes) e instaurar una moratoria sobre las políticas de agroenergía en el mundo. Impedir la deforestación supondría evitar anualmente 2 G/t de CO2 . Parar los incendios y la moratoria para cualquier nueva conversión de las turberas de Indonesia ahorrarían 1,3 G/t de CO2 por año. Y rehabilitar las turberas degradadas nos evita 0,5 G/t de CO2 . Esto sería una buena base de partida para las negociaciones de Bali. Pero me temo que no serán tenidos en cuenta entre el poder político mundial.

* Coordinador estatal del Área de Agroecología y Soberanía Alimentaria de Ecologistas en Acción

1 Suele hablarse de agrocombustibles para quemar, y agrocarburantes para transporte motorizado: pero no siempre se respeta esta distinción.

2 http://earthobservatory.nasa.gov/NaturalHazards/natural_hazards_ v2.php3?img_id=14545

3 De las 176 compañías identificadas como sospechosas de los incendios forestales registrados en 1997, por ejemplo, 133 eran compañías de plantación de palma aceitera.

4 WRM (2001): «El amargo fruto de la palma aceitera». Montevideo. http://www.wrm.org.uy/plantaciones/material/palma.html – Friends of the Earth (2004): Greasy Palms: Palm Oil, the Environment and Big Business. http://www.foe.co.uk/resource/reports/greasy_palms_summary.pdf – Friends of the Earth (2005): Greasy Palms: the social and ecological impacts of large-scale oil palm plantation development in Southeast Asia, FoE, London. http://www.foe.co.uk/ resource/reports/greasy_palms_impacts.pdf – Forest Peoples Programme – Perkumpulan Sawit Watch – HuMA – World Agroforestry Centre (2006): «Promised Land: Palm Oil and Land Acquisition in Indonesia – Implications for Local Communities and Indigenous Peoples. http://www.forestpeoples.org/documents/prv_sector/oil_ palm/promised_land_eng.pdf – Forest Peoples Programme: http: //www.forestpeoples.org/documents/prv_sector/bases/oil_palm.shtml

5 1 acre = 4047 metros cuadrados.

6 http://www.ft.com/cms/s/0/6eb02a7e-9952-11dc-bb45- 0000779fd2ac.html 7 Asociación de Naciones del Sureste Asiático 8 http://www.upinsmokecoalition.org/.

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